A pesar de que todas las previsiones indican que la inflación para este año no bajará del 30 %, el Gobierno insistirá con negociar paritarias por el 15 %, es decir, la mitad, aunque abrumado por los datos de una economía que empeora día a día, en el ministerio de Trabajo ya empiezan a reconocer que no quedará otra alternativa que plantear una compensación salarial a la hora de revisar los acuerdos.
Es que la meta de inflación que Cambiemos fijó para 2018, quedó rezagada sobre todo en los últimos tiempos, con aumentos de precios en la canasta básica, los tarifazos y un dólar incontrolable. En otras palabras, todos los caminos conducen a que la inflación de este año será más alta que la de 2017, que llegó al 24,6 %.
En medio de tantas turbulencias y corridas cambiarias, está claro cómo la suba de la moneda estadounidense se está trasladando a los precios. Es más, lo admitió el propio ministro de Hacienda Nicolás Dujovne antes de viajar con destino a Washington. Y eso, claro, le agregará presión al techo del 15 % inducido por la Casa Rosada.
Como primera reacción, el Gobierno buscará mantener esa cifra como referencia para los próximos acuerdos, aunque ya admiten en los despachos oficiales que tendrá que haber correcciones con las cláusulas de revisión.
La forma en que impactarán en las paritarias una inflación inmanejable, se presenta como otro dilema para el Gobierno, en un momento enfrentamiento con gran parte de los gremios que en los últimos días rechazaron el cambio del cálculo de las indemnizaciones, el ajuste de tarifas y la negociación con el Fondo Monetario.
“La mayoría firmó por el 15 %, muchos están viendo qué gremio va a ser el que lo supera y creemos que eso todavía no va a pasar. Apostamos a ordenar en la revisión”, insiste un funcionario próximo al ministro Jorge Triaca.
Justamente, en las últimas horas el propio ministro destacó que “más del 70 % de los acuerdos están cerrados. Creemos que en esos acuerdos se tuvo en cuenta la estimación de inflación hecha en diciembre, y como queremos cuidar el poder adquisitivo del salario, tienen cláusula de revisión”.
El argumento del Gobierno, por demás frágil, será que el porcentaje definido en las paritarias estará vinculado a la estimación de la inflación hacia adelante únicamente, sin tener en cuenta los meses anteriores “cubiertos” con las cláusulas gatillo firmadas el año pasado: “Eso lo hicimos justamente para dejar de mirar para atrás”. Lo que se preguntan, es cuántos gremios aceptarán ese razonamiento en un contexto tan complicado.