Tras varias semanas calientes por la disparada del dólar, el tarifazo de luz y gas, el aumento brutal de los alimentos y la vuelta al FMI, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal decidieron “bajarse” del timbreo de Cambiemos, bajo la excusa de “compromisos personales”. Finalmente el presidente decidió hacerse una escapada hasta el barrio de Devoto en Capital Federal y no ir al conurbano donde las encuestas le están dando muy mal.
El horno no esta para bollos y en últimas horas escracharon al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, por el aumento de la inseguridad. El timbreo comenzó a las 10 de la mañana y se lo vio a Marcos Peña en Hurlingham, Patricia Bulrrich en Lomas de Zamora, Luis Caputo en San Isidro, Alejandro Finocchiaro en Tapiales, Daniel Salvador en San Martín y Alex Campbell en San Fernando, entre otros dirigentes.
Los funcionarios salieron un con volante que embregaban a la gente: “Los argentinos empezamos a cambiar cuando decidimos trabajar en equipo para construir un futuro mejor”; “los desafíos son muchos y no hay recetas mágicas”; “juntos estamos avanzando por el camino correcto para llegar a esa Argentina que tanto queremos”; “lo hacemos con compromiso, escuchándonos, diciéndonos la verdad y trabajando todos los días para transformar nuestra realidad entre todos”.
Claro, más allá del volante deberán explicar a los bonaerenses como hacen para pagar las boletas de luz, gas, el aumento del transporte y los alimentos.