A pesar de que la mayoría de los senadores hoy convertirán en ley el proyecto que le va a poner un freno a los tarifazos, no deja de llamar la atención el escaso apego democrático del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien reconoció que “aparentemente están los votos para convertir en ley algo que nadie quiere”.
Es que la aprobación de la norma, que plantea retrotraer las tarifas a noviembre de 2017, sin lugar a dudas tendrá un fuerte impacto político porque mostrará a un peronismo prácticamente unido, frente a un gobierno macrista no sólo debilitado, sino que está a la defensiva después de la corrida cambiaria y la fuga de capitales que llevaron a la última devaluación, a lo que se suma la búsqueda de un acuerdo con el FMI.
Como desesperados intentos de última hora que reflejan la desesperación del presidente ante lo que será esta segura batalla perdida, Frigerio le propuso al hombre clave de la oposición en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, traspasar Edenor y Edesur al ámbito de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires, como parte de una negociación que venían exigiendo los bloques opositores. “Ya es tarde”, le contestó, tajante, el jefe del bloque del PJ.
Y para que no queden dudas sobre la suerte que correrá la ley una vez sancionada, el ministro del Interior aseguró esta mañana que el Gobierno “no va a dudar un instante” en hacer lo que tenga que hacer, en clara alusión a la posibilidad de que el presidente vete la ley.
En declaraciones a radio Mitre, Frigerio dijo: “Me cuesta entender qué hay detrás de esta paradoja que va a ocurrir hoy”, al tiempo que admitió tener “la esperanza de que esta situación tan irracional que está ocurriendo hoy sea solo un mal trago, y que a partir de mañana podamos seguir construyendo un mejor futuro para la gente”.
Frigerio planteó cuál es la utilidad de tratar y sancionar una iniciativa que no será reglamentada. “Si sabemos que esta ley no se va a poner en práctica, ¿por qué no discutimos algo para la gente que sí podría ser una solución parcial?”, se preguntó.
Por último, el ministro aseguró que “se va a analizar la vía judicial” si el Senado sanciona hoy esa ley, pero aclaró: “Tenemos que dar señales al mundo de que no vamos a dudar un instante en lo que tenemos que hacer”.