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26 noviembre, 2024
PAÍS

Argentina, un “laboratorio” para el FMI, y el brutal ajuste que se viene

El Fondo Monetario Internacional y la llamada comunidad internacional “quieren que el experimento de Mauricio Macri para sacar a la Argentina del populismo, un laboratorio en América Latina, sea exitoso”. Así lo reveló en las últimas horas un alto funcionario del FMI que, en pocas palabras, confirmó que a partir del otorgamiento del crédito por 50 mil millones de dólares, el país se convierte, de hecho, en un experimento para el organismo internacional.

La propia titular del Fondo, Christine Lagarde, celebró lo que es el mayor paraguas financiero que le dio a un país en su historia, y que al mismo tiempo marca el retorno de la Argentina al Fondo en busca de financiamiento, después de casi 15 años.

Pero más allá de los esfuerzos del gobierno de Mauricio Macri y el FMI de presentar este acuerdo como algo positivo y una buena noticia, hay datos que no dejan lugar para el optimismo y sí para imaginar un sombrío panorama cuya principal característica será el feroz ajuste que se viene para gran parte de la población.

Inicialmente, el Fondo le entregará al país 15 mil millones de dólares y mantendrá en custodia el resto acordado, es decir, 35 mil millones que, según el documento del acuerdo, figuran en forma “precautoria” a nombre del país y se entregarán en caso de una crisis y si el país cumple con ese feroz ajuste.

Por ejemplo, el recorte adicional que se pactó con el FMI equivale a 9.000 millones de dólares, es decir, 225.000 millones de pesos. El convenio obliga a una tarea gigantesca: dejar el déficit a fin del año próximo en sólo el 1,3% del PBI. En relación al actual desequilibrio -3,2 % del PBI- el recorte será todavía mayor: de unos 300.000 millones de pesos.

Y una de las primeras medidas que ya fijó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ya definió que el recorte a la obra pública será de $ 70.000 millones, y que a las provincias les llegará una poda de $ 60.000 millones, lo que inevitablemente derivará en más despidos en las plantas de trabajadores estatales.

Por otra parte, el FMI exige que el Banco Central ya no venda dólares al mercado, para que finalmente se ponga en marcha la conocida “flotación libre”. El problema es que en realidad eso no existe, teniendo en cuenta que el gran proveedor de dólares del país es el campo. Así, sin la exigencia de liquidar la cosecha en un tiempo determinado y con el BCRA con las manos atadas, los grandes jugadores del sector podrán manejar la moneda a su antojo.

En síntesis, a lo largo de los 36 meses de vigencia del acuerdo, las autoridades argentinas se comprometen a recortar el gasto en obra pública, achicar las transferencias a las provincias, continuar con la quita de subsidios, reducir las erogaciones salariales estatales y ajustar el sistema de la seguridad social.

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1 comentario

Daniel 20 junio, 2018 at 6:47 pm

Cuando se habla del ajuste que se viene y el despido de trabajadores estatales……estan los fondos para pagarles la indemnizaciòn (doble) que les corresponde al personal de planta permanente ?

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