Como parte del brutal plan de ajuste acordado con el Fondo Monetario, el Gobierno nacional está empeñado en endurecer el recorte del gasto público, y el próximo paso será avanzar con uno de los temas que más sensibilidad genera entre la población: las pensiones por invalidez.
Fuentes de la Casa Rosada anticipan que el plan consistirá en llevar adelante una revisión de las pensiones, apuntando a eliminar las que presenten algún tipo de irregularidad. En el Gobierno creen que el recorte será grande y podría alcanzar al 10 % del total, estimando que ese tijeretazo representaría alrededor de $ 8 mil millones.
De esta manera, las pensiones por invalidez volverán a quedar bajo revisión de la Agencia Nacional de Discapacidad que conduce la vicepresidenta Gabriela Michetti. Hay que tener en cuenta que la administración macrista suspendió y dio de baja en los últimos dos años a unas 170.000 pensiones no contributivas, de las cuales 70.000 eran por invalidez.
Justamente, por tratarse de un tema sensible, en el Gobierno son conscientes que la cuestión podría sumar nuevos dolores de cabeza al presidente. El año pasado, ya tuvo problemas cuando quiso avanzar con un recorte similar a las pensiones por discapacidad, y Macri terminó echando a Guillermo Badino, el funcionario que había cortado unos 70 mil beneficios.
Aquel recorte, además, fue frenado por la Justicia, aunque en realidad el Gobierno nunca acató los pedidos de informes sobre las bajas de las contribuciones.
Por eso mismo, la idea es que esta vez la estrategia apuntará a mostrar en los medios las irregularidades que se detecten, con el objetivo de generar un clima social que permita contar con un respaldo de la opinión pública, y así poder avanzar con los recortes.