Mauricio Macri ya se decidió, y buscará reducir el déficit fiscal (a 2,7 % para este año y 1,3 %para 2019), sin perder apoyo de los gobernadores, intendentes, diputados y senadores de la oposición.Eso sí: en caso de que la negociación por el presupuesto se trabe, y el diálogo con el peronismo no kirchnerista se vuelva más friccionado, el presidente se inclinará por ganarse la confianza del bando internacional, es decir, los mercados y el Fondo Monetario.
No es casualidad entonces, el viaje que emprendió en las últimas horas con destino a Nueva York el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Porque en Wall Street sobrevuela la desconfianza en el país. Concretamente, se duda que el Gobierno pueda cumplir con las metas firmadas con el FMI, y los inversores se preguntan si Macri tendrá la fortaleza política suficiente para aplicar el ajuste comprometido sobre las cuentas públicas.
Por eso mismo, la idea del super ministro es transmitir tranquilidad al centro financiero del mundo, y plantearles que, justamente, la prioridad número 1 de la administración macrista será cumplir a rajatabla con los dictados del Fondo, más allá de los inevitables costos sociales que acarreará llevar a la práctica esas exigencias.
La preferencia de Macri por acatar el recorte pautado con el FMI, al mismo tiempo encierra un mensaje desafiante hacia la oposición. “Les pido a los dirigentes que, en vez de plantear soluciones mágicas frente a las adversidades, en vez de pedir cosas que están fuera de nuestro alcance, que cada uno diga desde su lugar qué va a hacer para ayudarnos a recorrer este camino, qué van a hacer para que enfrentemos cada obstáculo que se nos presente, porque éste es el camino”, planteó esta semana el presidente desde Chaco.
Desde los despachos oficiales advierten que “los gobernadores tienen voluntad de que sea una discusión racional. El peronismo suele aprobar los presupuestos. Igual, algunos recortes ellos también van a tener que asumir. Si no hay consensos, la posibilidad de prorrogar el del año pasado está ahí”.
El 15 de septiembre es la fecha límite para presentar el proyecto de Presupuesto 2019 en Diputados. Para ese día, el oficialismo apunta a tener un compromiso de palabra con la oposición, y no quiere sorpresas para cuando la discusión llegue al Parlamento.
Ya con esa fecha en el horizonte cercano, y mientras se multiplicarán las reuniones con el llamado “peronismo dialoguista”, el gran desafío del Gobierno, con la campaña presidencial a la vuelta de la esquina, es que el camino del ajuste no se lo lleve puesto, para provecho de la oposición.