Envalentonado por las derivaciones del escándalo de los cuadernos, Mauricio Macri está convencido de que esa causa ayudó a que no siguiera cayendo su imagen, y por eso mismo mañana volverá a los timbreos, en una jornada de militancia que Cambiemos llevará adelante en todo el país.
Mientras por estas horas manejan con absoluto hermetismo el destino que elegirá el presidente para encontrarse cara a cara con los vecinos, no se descarta que Macri se sume a la recorrida que encabezará la gobernadora María Eugenia Vidal en territorio bonaerense. “Es muy probable que vayan juntos”, confiaron fuentes de la gobernación.
En el oficialismo las opiniones están didividas a la hora de aconsejar o no salir a la calle. Por un lado, están los optimistas que consideran que, justamente, gracias a la instalación del tema de los cuadernos, la población volvió a rechazar toda referencia al kirchnerismo y, en consecuencia, a valorar al actual gobierno.
Pero por otro lado aparecen quienes colocan un signo de interrogación sobre la conveniencia de volver a los timbreos, teniendo en cuenta que, lejos de aplacarse, la crisis económica golpea cada vez con más fuerza a amplios sectores de la sociedad, sobre todo a los más desprotegidos.
La decisión de salir a las calles y de que lo hiciera el propio Macri se tomó en las últimas horas, después de analizar el escenario político y económico, oportunidad en la que los asesores del presidente llegaron a la conclusión de que éste es un buen momento para volver a recuperar progagonismo, sobre todo después de la caída vertiginosa de la imagen del mandatario en los últimos meses.