A pocos días del inicio de septiembre -lo que en términos prácticos representa ingresar al tramo final del año-, en el Gobierno bonaerense no dejan de analizar con preocupación cómo enfrentar los últimos meses de un 2018 mucho más complicado que lo que parecía tiempo atrás, teniendo en cuanto cómo se han ido acumulando dificultades que, inevitablemente, contribuyeron a generar un crecimiento del descontento social y, en consecuencia, una paulatina caída en la imagen de María Eugenia Vidal.
Con los datos a la vista, la gobernadora sabe que el contexto de una crisis económica que parece profundizarse día a día, no la ayuda precisamente. Y, como no podría ser de otra manera, el mayor impacto de esa situación se vive sobre todo en el conurbano bonaerense, con la inflación que hace estragos, mientras las familias tienen cada vez más problemas para pagar los servicios esenciales, o donde ni siquiera las changas informales alcanzan para cubrir mínimamente la canasta alimenticia.
A manera de anticipo sobre la nueva estrategia que se viene, el último fin de semana Vidal reconoció que “la gente no la está pasando bien”, y se manifestó “preocupada” por la situación económica que atraviesa el país.
Por eso mismo, y con un escenario cada vez más complicado, Vidal bajó la orden a sus funcionarios de poner la cara para hacer frente a los problemas que aquejen a los bonaerenses, con la consigna de que se enfoquen más en las cuestiones de la provincia, y no tanto en los temas nacionales.
En ese contexto, la idea es retomar la modalidad de visitas “sorpresa” a un barrio carenciado, un hospital o una comisaría, y hasta la posibilidad de que la propia Vidal lleve adelante timbreos propios.
Mientras tanto, en los despachos de la Gobernación, en La Plata, no dejan de preguntarse si esta alternativa de mostrar a una Vidal más activa, al igual que a los miembros de su gabinete, resultará suficiente a la hora de impactar positivamente en una opinión pública que hoy por hoy se preocupa más por llegar a fin de mes que por lo que ocurra con la causa de los cuadernos.