Por la brusca caída de la actividad económica de junio del 6,7% se pone en entredicho la posibilidad que el Gobierno cumpla con las pautas acordadas con el Fondo Monetario Internacional.
Esta es la principal lectura que realiza Proyecto Económico, el equipo técnico a cargo de la diputada Fernanda Vallejos, respecto del desplome económico que reconoció hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (INDEC) de Cambiemos.
Tras recordar que se trata del “peor indicador desde julio de 2009, en pleno estallido de la crisis económica internacional” el trabajo advierte también que “la situación es compleja y de franco retroceso, y muestra que se ingresó en un proceso recesivo que se sabe cómo empieza, pero no cómo ni cuándo se sale de él”.
De acuerdo a los datos oficiales, la economía se derrumbó en junio último el 6,7% interanual y se contrajo 1,3% respecto a mayo de 2018, por lo que acumula en los primeros seis meses de 2018 una baja 0,6%.
Los números del instituto de estadísticas oficial reconocen que las ramas de actividad de mayor incidencia en la contracción interanual del EMAE correspondiente a junio de 2018 son: “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura”, “Industria manufacturera” y “Comercio mayorista, minorista y reparaciones”. En cambio, se observa cierto crecimiento en “Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler”, “Intermediación financiera” y “Explotación de minas y canteras”.
“Con los datos disponibles a la fecha, todos los escenarios posibles, resultan más adversos para la Argentina que el peor de los proyectados por el FMI en su reporte sobre el acuerdo Stand By”, señala Proyecto Económico, quien estima que la economía podría caer este año entre el 1,6% y el 2,95%, según se verifique el escenario positivo, intermedio o negativo.
En el escenario optimista, el Gobierno podría conseguir “acceso fluido al mercado financiero internacional por parte de actores financieros que buscan bonos de riesgo intermedio (no fondos que compran activos de riesgo a altas tasas, como Blackrock o Templeton), logra frenar la corrida cambiaria, puede frenar el impacto en precios con retenciones o medidas similares, y recompone el ingreso laboral para incentivar el consumo”.
Sin embargo, aún así, subraya Proyecto Económico- “la recesión comenzaría a aminorar en septiembre con variaciones interanuales en el mes del 2% negativo y cerca del 0% en diciembre. Ello significaría un decrecimiento acumulado para todo 2018 (enero a diciembre) de 1,6%, superior al peor escenario del Fondo. En este escenario se puede prever crecimiento para 2019”.
En el caso de un escenario “intermedio”, señala el informe, “el Gobierno lograría controlar el tipo de cambio con el acceso de financiamiento de fondos de alto riesgo, un waiver del Fondo o financiamiento bilateral de China o EEUU” pero inmediatamente acota que “no habría políticas contra la inflación o a favor del consumo y la recomposición de ingresos, y el corset monetario y cambiario del Banco Central, promovería la contracción económica. En este escenario, el decrecimiento sería del 2,4%, dejando en riesgo la posibilidad de crecimiento para 2019”.
Por último, en un escenario pesimista “el Gobierno no logra controlar la crisis cambiaria, que se propaga hacia el sistema financiero y cambiario, con mayor devaluación, en medio de un ajuste presupuestario y monetario muy grande. En este caso, la retracción de la actividad sería del 2,95%, y, aún con la baja base de comparación, es muy probable que también haya caída del PBI en 2019”.