“Ojalá la tranquilidad siga, porque no sabemos si no vendrá una nueva tormenta”. Así, con una expresión de deseos o de una cuestión de fortuna en lugar de una definición política o económica, Mauricio Macri se referió esta tarde a la crisis económica por la que atraviesa el país.
Después de sostener que Argentina superó “seis tormentas consecutivas” en materia económica en los últimos meses, el presidente aclaró que “no porque tuvimos tres días de tranquilidad se resolvieron las cosas estructurales”.
Durante una conferencia de prensa en Mendoza, junto al gobernador Alfredo Cornejo y el ministro de Interior Rogelio Frigerio, Macri planteó que parte de la salida de la crisis es “sostener el mismo rumbo y dar previsibilidad”.
Consultado sobre los dichos de Luis Caputo, quien afirmó que salir de la recesión será “lento y doloroso”, el mandatario señaló que el presidente del Banco Central “es alguien que sabe, entonces cuando dice algo está convencido que va a suceder”, por lo que “no ha dicho nada que no estén viviendo los argentinos”.
Por otra parte, transmitió su esperanda por “aprobar el presupuesto en breve, que junto al acuerdo con el Fondo nos permitirá dar tranquilidad para recuperar el crédito en el sector privado, poner en marcha la inversión y la economía”, y que “esperemos que esta sea la última vez que pasamos por una crisis”.
Sobre el nuevo esquema de retenciones, y tal como lo dijo en su discurso del lunes pasado, Macri afirmó que “es un impuesto de emergencia y es pésimo, malísimo, porque queremos desarrollar las exportaciones, y por eso se va a licuar con el tiempo”.
En tanto, subrayó que “estamos asumiendo las situaciones que vivimos desde abril, veníamos creciendo bien y retomaremos esa línea de crecimiento. En la transición acompañaremos a los que más lo necesitan, con presencia en comedores y merenderos, refuerzo en la AUH y con Precios Cuidados. La Argentina arrancará de vuelta, pero tenemos una transición a recorrer”.
Por último, el presidente reconoció que “en estos últimos meses nos hemos dado un golpe grande, pero el acuerdo con el Fondo y un presupuesto más sano pondrá la economía en marcha de vuelta”, por lo que “si resolvemos esto, dejaremos atrás 70 años de frustraciones”.