La gobernadora María Eugenia Vidal había cerrado un acuerdo con Sergio Massa, socio desde diciembre de 2015 de Cambiemos en territorio bonaerense, para desdoblar las elecciones de intendentes de la presidencial. La idea era hacer elecciones en abril para jefes comunales y luego las PASO para gobernador y presidente, votando finalmente en octubre. Esta movida le permitía a la gobernadora separarse de Macri, con una imagen pésima en la provincia y a Massa de separar los jefes comunales del peronismo de Cristina Kirchner.
A mediados de la semana que pasó, el presidente se reunió con Vidal y Horacio Rodríguez Larreta donde les pidió comenzar la campaña electoral y ordenó que a ninguno de los dos se le ocurra separar las elecciones locales de las presidenciales. La idea original de separar las elecciones bonaerenses había sido de Emilio Monzó y la gobernadora había cerrado el acuerdo con el tigrense.
Macri también les confirmó que va por la reelección presidencial pese a la presión de grupos económicos y de algunos medios hegemónicos que consideran que es mejor buscar otra fórmula de Cambiemos.
Sergio Massa, en la cena que tuvo con los intendentes peronistas en Escobar, insistió con desdoblar las elecciones para el mes de abril. Allí los jefes comunales se negaron, sabiendo que hay muchas posibilidades que Cristina Kirchner vaya por la presidencial y los votos en la provincia de Buenos Aires son de la ex presidenta. Algún intendentes de la zona sur contó que en su distrito mide más de 53 puntos y cerró: “Ella es la dueña de los votos”.