El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Fernando Espinoza (FPV-PJ), presentó un proyecto de Ley Nacional de Alimentación Escolar con el objetivo de que el Estado Nacional garantice las políticas orientadas a promover la alimentación saludable de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que asisten a establecimientos educativos públicos de gestión estatal de los niveles inicial, primario y secundario.
A tal fin, el texto define la alimentación escolar como aquella “orientada a satisfacer una dieta suficiente en cantidad, completa en calidad, armoniosa en variedad y adecuada respecto a edad, actividad y estado de salud de los alumnos, proporcionada en el marco del régimen escolar, conforme a las características socio-culturales y a la disponibilidad de los productos e insumos alimenticios característicos de los territorios”.
En esa línea, la iniciativa enumera determinados objetivos a cumplir, entre los que se destacan: universalizar la provisión del almuerzo y del desayuno o de la merienda en todos los establecimientos educativos públicos de gestión estatal de los niveles inicial, primario y secundario; promover la adecuación progresiva de los edificios escolares para que incorporen la cocina y el comedor; establecer un entorno alimentario saludable, entendiendo por tal al conjunto de factores de orden físico, económico, normativo y sociocultural que inciden sobre las decisiones alimentarias de las personas; y favorecer la adquisición de conocimientos, el desarrollo de aptitudes, valores, habilidades y destrezas para adoptar y mantener hábitos y estilos de alimentación saludables.
Además, el proyecto remarca que el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en conjunto con los ministerios de salud provinciales y los colegios de nutricionistas de cada jurisdicción, establecerán las metas nutricionales y los lineamientos para la conformación de los menús escolares.
El Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, en tanto, impulsará – en base a las determinaciones científicas emanadas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social – la producción de contenidos para la promoción de una alimentación saludable a los requerimientos de cada nivel o modalidad educativa, en el ámbito del Consejo Federal de Educación.
Por otra parte, el proyecto plantea la creación del Sistema de Información y Evaluación de Alimentación Escolar -a cargo del Ministerio de Educación- pensado como una herramienta de monitoreo que permita suministrar información y hacer el análisis periódico de la situación nutricional de la población escolar del país.
En estrecha relación con lo anterior, el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación será el encargado de monitorear la información circulante por el Sistema de Información y Evaluación de Alimentación Escolar, con el objetivo de generar un esquema de alarmas para detectar casos de desnutrición o malnutrición aguda y elaborar a partir de esa información un protocolo de respuestas que incluya al sistema de salud local.
En cuanto al financiamiento del dispositivo descripto, el Estado Nacional garantizará los fondos para el sostenimiento de lo relativo a los costos de los insumos alimentarios, la logística, las acciones nacionales de formación docente, el plus salarial docente por acompañar a los alumnos y alumnas durante los desayunos, almuerzos y meriendas, que provendrán de asignaciones específicas previstas en el Presupuesto General para la Administración Pública.
Los Estados Provinciales, por su parte, se harán cargo de los fondos para el pago de los salarios del personal auxiliar de cocina que sea contratado de forma adicional para cumplir con los objetivos propuestos y para los controles, auditorías y monitoreo en terreno realizado por licenciados/as en Nutrición matriculados.
En los fundamentos del proyecto, Espinoza subraya que el derecho a la alimentación “es un derecho humano básico consagrado en diferentes tratados o instrumentos normativos internacionales”.
En ese sentido, indica que una alimentación saludable durante la niñez y la adolescencia es clave para el crecimiento, la formación de conductas alimentarias adecuadas, la prevención de enfermedades y el desarrollo de las funciones cognitivas. Además, el ex intendente de La Matanza observa que el sobrepeso y las deficiencias de nutrientes son las formas más extendidas y frecuentes de malnutrición en Argentina y denuncia que ambas comprometen en diferentes grados el desempeño cognitivo de los alumnos.
Frente a este escenario, el proyecto presentado propone el establecimiento de un marco federal que amplía la provisión de alimentos en las escuelas; establece estándares de calidad del servicio de alimentación escolar; produce mejor información sobre el servicio; promueve el desarrollo y la actualización de los contenidos educativos; favorece la formación y capacitación de los docentes y de personal no docente; establece las responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno; y garantiza los recursos necesarios para el cumplimiento de lo establecido.
A modo de cierre, el diputado enfatiza que “se hace necesario y urgente una ley que garantice que niños, niñas, adolescente y jóvenes -uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad- tengan acceso a una alimentación saludable”.