Mientras en Estados Unidos Mauricio Macri busca desesperadamente que el FMI le autorice más fondos para intentar poner freno a la brutal caída económica, con una virtual paralización del país la CGT encabeza hoy el cuarto paro general contra el gobierno. La contundencia de la medida de fuerza se basa en la adhesión del transporte público de pasajeros y de una amplia mayoría de muchos de los gremios que hasta ahora habían reaccionado de manera dispersa.
Calles desiertas y la mayor parte de los comercios cerrados, es la principal característica del paro de hoy, en el que ven afectados los servicios de los trenes, colectivos, taxis, subtes y aviones. Y tampoco hay atención en los bancos ni se dictan clases en las escuelas bonaerenses.
El primer paro contra la administración macrista se produjo el 6 de abril de 2017 y el segundo, fue el 18 de diciembre del año pasado, por reclamos contra la política económica y contra el proyecto de ley de reforma previsional que finalmente aprobó el Congreso, respectivamente.
La huelga de hoy, que se extiende por 24 horas desde las cero de hoy, tiene por objetivo resistir el programa de ajuste de la economía acordado por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los organizadores decidieron que sea una protesta sin movilización, aunque la izquierda y los gremios más combativos realizan cortes en los principales accesos a las principales ciudades.
En las últimas horas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reiteró que se garantizará la circulación de vehículos, por lo que se llevan a cabo operativos preventivos de seguridad en el Puente Pueyrredón, Panamericana y Ruta 197, Autopista del Oeste a la altura del Hospital Posadas, y el acceso a la Autopista Buenos Aires – La Plata, en diagonal 74.