La difusión del INDEC de los últimos números de la pobreza encendió la polémica por la cantidad de argentinos que pasaron a vivir en esa condición debido a las políticas de ajuste del gobierno de Mauricio Macri y que volvieron a recurrir a los comedores comunitarios para poder comer. Obispos y curas coincidieron en señalar que cada vez es mayor la cantidad de gente que llega a pedir ayuda, que están sin trabajo y advirtieron también que el número de pobres es mayor al que admite el organismo oficial de las estadísticas.
“Los comedores están absolutamente desbordados”, resumió Francisco “Paco” Olveira, del colectivo Opción por los Pobres. “Ya no tenemos espacio para cocinar más. En un mes y medio pasamos de recibir 500 personas a 768. Estoy segurísimo que ese número ya aumentó en los últimos días. Es impresionante la gente que nos viene a pedir trabajo. Estamos muchísimo peor”, aseguró Oliveira en radio El Destape.
Para Oliveira, la culpa del aumento de la pobreza es “de este modelo político” porque “ellos necesitan esclavos. La forma es dejar sin trabajo y bajarle el salario a la gente. Cuando llegás a la desesperación de no poder darle de comer a tus hijos vas a aceptar trabajar por lo que sea. Ese es el modelo. Y no solo aumentó la pobreza, sino la desigualdad. El Gobierno no puede solucionar los problemas porque no quiere”.
Según los últimos datos del Indec, la pobreza en la Argentina ya alcanza al 27,3% de la población. Es decir, a 11 millones de personas. Ochocientos mil argentinos pasaron a ser pobres en el último semestre. Los mayores índices de pobreza se detectaron en Corrientes, con el 36,8%, Concordia 34,7%, el Gran Buenos Aires, 31,9%, Jujuy y Santa Fe, ambas con guarismo en torno al 30%. Hay que recordar que, para junio de este año, una pareja con dos hijos necesitó de $ 19.601 para cubrir la canasta básica y no caer por debajo de la línea de la pobreza.
Lorenzo “Toto” de Vedia, párroco de la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé de la Villa 21-24, no se sorprendió al leer las cifras porque “es algo que se percibe día a día”. “Estamos viviendo momentos muy difíciles donde a la gente le cuesta mucho llevar adelante la familia”, dijo en diálogo con radio La Red y explicó que el hecho de que la gente venga a un comedor “no es que se está muriendo de hambre, sino que está tan necesitada que necesita ahorrar en comida para afrontar todos los otros gastos que se presentan” como “viajar en colectivo, comprar medicamentos o la garrafa, que es cada vez más cara”. Pero además el cura dijo que el horizonte en cuanto a lo laboral “es muy negro”.
La pobreza pega con más dureza en el Conurbano ya desde hace tiempo. Los intendentes de los distritos más importantes vienen pidiendo desde agosto al gobierno de María Eugenia Vidal y también al de Mauricio Macri que declaren la emergencia social, alimentaria y sanitaria en toda la provincia de Buenos Aires ya que no alcanzan los recursos para asistir a la gente en un contexto de crisis y creciente pobreza, tras la devaluación. A esto se suma la eliminación de otros recursos que llegan a los municipios como el Fondo Sojero. El gobierno sigue haciendo oídos sordos.