Por Alfredo Silletta. Dentro de nueve meses, se conocerán los nombres de las listas de un gran Frente Patriótico opositor para derrocar a Cambiemos en las elecciones de 2019. La pelea será entre el oficialismo, con su política de hambre y pobreza, frente a un proyecto que se conformará entre el peronismo, el kirchnerismo, un número importante de gobernadores, la casi totalidad de los gremios y los movimientos sociales que hoy comandan Cristina Kirchner, Alberto Rodríguez Saá, Hugo Moyano, Juan Grabois, Alberto Fernández, Felipe Solá, Agustín Rossi, Axel Kicillof y Daniel Scioli por nombrar algunos de los principales dirigentes.
Afuera quedará un sector minoritario que ronda un 8 por ciento de intención de voto, conformados por Miguel Ángel Pichetto, los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti y el tigrense Sergio Massa. Los dos primeros no logran sumar más de 2% de los votos, Schiaretti un poco más y Massa llega a un 7 por ciento en todo el país (10 en la provincia de Buenos Aires).
El cuarteto, más allá del poco apoyo electoral, cuentan con los grandes medios hegemónicos que necesitan una tercera fuerza para que el Frente Patriótico no llegue al 41 por ciento de los votos y gane en primera vuelta.
El problema de esta tercera fuerza es que prefieren atacar a Cristina Kirchner en vez de atacar al macrismo. En pocas horas, tanto Urtubey como Massa pidieron “la cárcel” para Cristina, mientras que Pichetto salió públicamente a defender a los que tienen dinero en el exterior y casi no pagan impuestos. No hay más chances para la ancha avenida del medio. O sos opositor o apoyas a Macri. No hay grises en este país destruido por el neoliberalismo.
El presidente Macri está decidido a ir por la reelección pero el Poder político y económico sabe que hoy mide 20 puntos y que necesita crecer cerca 10 puntos para tener chances de ir a un balotaje. Será difícil con un dólar a 40 pesos, una inflación que terminará en septiembre cerca de 7 puntos y 45 durante todo el año. Con aumentos de tarifas, de transporte y alimentos más sueldos en baja hace imposible vivir dignamente a la mayoría de los argentinos, muchos de los que confiaron y votaron a Macri y que hoy están arrepentidos.
Mientras tanto, los medios hegemónicos y el poder judicial trabajan a destajo para denunciar día tras día a Cistina Kirchner por supuestos “actos de corrupción”, pero por ahora no han hecho mella en su imagen cercana a los 38 puntos. De allí que en las ultimas semanas están pidieron directamente la cárcel para sacarla de la carrera electoral.
La ex presidenta continua trabajando fuerte en la unidad de los sectores mencionados anteriormente. Ayer Juan Carlos Schmid renunció al triunvirato de la CGT y se fortalece el frente sindical encabezado por Moyano, Palazzo y las dos CTA. Juan Grabois es otro de los dirigentes sociales que participan de la conformación de un frente opositor.
Hoy no hay una definición en el Frente Patriótico sobre quien será el candidato a presidente. Cristina no dice nada pero desde el kirchnerismo miran con atención las elecciones del candidato de Lula en Brasil. Si Fernando Haddad le gana al candidato de la derecha, Jair Bolsonado, habrá que pensar que la ex presidenta puede ser candidata o que elija a un delfín como Agustín Rossi o Axel Kicillof. También están en carrera Felipe Solá, Alberto Rodríguez Saá y no hay que descartar a Daniel Scioli o Sergio Uñac.
Faltan nueve meses para consolidar el Frente Patriótico, mientras tanto hay que tratar de frenar el saqueo de un gobierno que entrego su control al Fondo Monetario Internacional.