El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, por primera vez reconoció que “pueda ser que existan” presiones sobre el juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la llamada ‘causa de los cuadernos’, denunciadas el último lunes por el magistrado Rodolfo Canicoba Corral.
Entrevistado esta mañana en “El Destape Radio”, y al ser consultado sobre la existencia de presiones sobre los jueces, el funcionario respondió: “Yo no puedo realmente afirmar que no existan, sí puedo garantizar es que la vía institucional está en el Ministerio de Justicia, y que el Ministerio de Justicia no ejerce ninguna presión, al contrario. Ante estas denuncias toma cartas en el asunto para asegurar la independencia de los jueces”.
Sobre esta situación, Garavano consideró que esto sucede a partir de un “modelo heredado” de la gestión kirchnerista, pero que se “exacerbó” durante el actual gobierno de Cambiemos.
“Venimos de un modelo que el Gobierno heredó del anterior y, para mi gusto, lamentablemente, lo exarcerbó, en una relación bastante promiscua con la Justicia”, admitió, tras lo cual planteó que “si hay realmente una presión, los jueces lo deben denunciar y poner en conocimiento público”.
Por otra parte, habló sobre la situación judicial de Cristina Kirchner, sobre quien el juez Bonadio pidió su desafuero y detención por la ‘causa de los cuadernos’.
“A priori, no me parece bueno siendo que se pueden dar explicaciones en el marco del juicio oral. Es algo que tendrá que resolver la Justicia y el Senado si la Justicia insiste con el pedido del juez”, explicó Garavano.
Y agregó que “nunca es bueno que un ex presidente esté detenido o se pida su detención, porque en realidad no tendría que haber sospechas de que esta persona se fugue o pueda entorpecer el accionar de la Justicia”.