“En la Argentina de hoy, cada persona puede decir lo que siente y piensa. Ya no hay más un Gobierno generando medios adictos que manipulen la información a su favor. Y mucho menos presionando a periodistas para que difundan su versión. Hoy hay libertad de prensa”, aseguró Mauricio Macri, quien sin embargo no hizo referencia alguna al vergonzoso blindaje mediático en torno a su gobierno, gracias a la “ayuda” que le prestan los grandes medios de comunicación.
Fue durante el cierre de la 74° Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se realizó en Salta, oportunidad en la que el presidente, acompañado por el gobernador Juan Manuel Urtubey, aprovechó para atacar la política de medios seguida durante el kirchnerismo.
“Libertad de prensa es no usar más el dinero público gastando enormes cifras en propaganda política; es no invadir más las casas con eternas cadenas nacionales, atacando a quienes piensan distinto y bajando línea; es no generar medios que solo difundan la visión del poder; es permitir que las voces opositoras tengan espacio en los medios del Estado, sin restricciones; es no bloquear investigaciones periodísticas sino colaborar con ellas”, dijo Macri.
Agregó que “en la Argentina de hoy, cada persona puede decir lo que siente y piensa. Ya no hay más un Gobierno generando medios adictos que manipulen la información a su favor. Y mucho menos presionando a periodistas para que difundan su versión. Hoy hay libertad de prensa”.
Para Macri, “una de las cosas que han cambiado para mejor en la Argentina es que nunca antes ha habido tanta libertad de prensa como ahora. A veces algunos dicen que el Gobierno no debería tolerar que se diga cualquier cosa en los medios. Pero en la Argentina de hoy, cada persona puede decir lo que siente y piensa”, resaltó, en lo que fue un llamativo tramo de su discurso, teniendo en cuenta que justamente gracias al inmenso blindaje mediático, sólo se esuchan algunas voces críticas en medios más pequeños que en muchos casos son asfixiados financieramente por el Gobierno, para acallarlos.
Y para completar su fantasiosa visión de la realidad, Macri enfatizó que “hacía muchísimo tiempo que en la Argentina no había tanta libertad de prensa como ahora. Y me llena de orgullo que después de tantos años los argentinos estemos pasando por un momento institucional fuerte, y que estemos construyendo entre todos un país donde los dirigentes rinden cuentas, y donde la corrupción nunca más va a quedar impune”.