El genocida Miguel Etchecolatz fue condenado ayer a prisión perpetua por los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención ‘Puente 12’ y la Comisaría Primera de Monte Grande, de Esteban Echeverría.
La decisión fue tomada por el Tribunal Oral Federal (TOF) 6, que también otorgó esa misma pena al ex jefe del Área Militar 112, Federico Antonio Minicucci, mientras que cuatro ex policías acusados fueron absueltos y otros tres condenados a penas de entre 6 y 8 años, lo que generó sorpresa y abucheos en los familiares de las víctimas.
Etchecolatz fue condenado por ser coautor inmediato penalmente responsable de homicidio agravado por alevosía, violación en grado de tentativa, abuso deshonesto, tormentos, y privación ilegal de la libertad agravada por violencia y amenazas, recibiendo así la cuarta perpetua. Al oír la sentencia, se puso de pie y besó un crucifijo.
El juicio que concluyó este viernes al mediodía había comenzado el 16 de octubre de 2017 y buscó la responsabilidad de los delitos de lesa humanidad cometidos contra 125 mujeres y hombres en los centros clandestinos ‘Puente 12’ y la Comisaría Primera de Monte Grande. De esas víctimas, 64 permanecen desaparecidas: once de ellas estaban embarazadas.