El presupuesto 2019 que envió ayer la gobernadora María Eugenia Vidal trajo malas noticias para los intendentes bonaerenses. Es que parte del costo del traspaso de los subsidios al transporte y la energía eléctrica por el pase de la órbita nacional a la provincial deberán ser afrontados por las comunas: mientras el Ejecutivo asegura que serán 10.500 millones, los jefes comunales dicen que podría superar los 23 millones de pesos.
Según el texto del presupuesto, el gobierno bonaerense transferirá a los municipios el costo de la tarifa social a las boletas de luz, lo que tendrá un costo de 8 mil millones para las arcas municipales por más de 2 millones de usuarios que residen en el Conurbano o el interior y tienen ese beneficio. A esto, además habrá que sumarle la quita de subsidios al transporte local, un gasto que totaliza otros 2500 millones.
Esa es la cuenta que hace el Ejecutivo pero los intendentes aseguran que el costo será bastante más altos: 11.600 millones por tarifa social, 4.300 millones por transporte, 2.900 millones por alumbrado y 4.100 millones por eliminación del 6%.
A esto se suma otro artículo que ya generó enojo entre los alcaldes del Conurbano y es que se establece que el 100% de los fondos que reciban de Nación en concepto del Fondo Educativo deberán ser destinados a obras en las escuelas. En tanto, para los del interior la afectación será del 70%. La pulseada recién comienza.