Una investigación publicada hoy por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) desnudó una trama de sobreprecios y coimas en el IOMA que involucra a médicos traumatólogos, proveedores y gremialistas de esa obra social de los estatales bonaerenses.
El informe, que publican hoy La Nación, Perfil e Infobae, los medios argentinos que forman parte del Consorcio, presenta información, audios y documentación aportada por proveedores y pacientes que revelan que los médicos traumatólogos del IOMA exigen retornos a los proveedores de entre $ 18.000 y $ 25.000 por cada prótesis que paga IOMA (cercanas al 20% del valor de esos insumos médicos) a cambio de elegir su marca.
La investigación, denominada Implants Files, salpica al gobierno de María Eugenia Vidal y estima que los sobornos pagados a los médicos sólo en 2018 equivalen a alrededor de 500 millones de pesos, es decir el 20% del presupuesto de IOMA para adquirir prótesis. También asegura que los actuales funcionarios de la obra social no pueden desconocer la maniobra.
¿Cómo funciona el mecanismo? IOMA acuerda los precios para las prótesis con los proveedores a través de un nomenclador, que hoy está siendo objeto de investigación judicial. Por caso: la obra social paga 23.230 pesos a las ortopedias por un clavo DHS de cadera, pero la prótesis se consigue a unos 3500 pesos más IVA en el mercado, según un relevamiento de la Asociación de Profesionales de la obra social.
Los retornos para los médicos rondan, en promedio, el 20% del precio de la prótesis requerida, según coincidieron los distintos entrevistados para esta investigación. Suelen estar camuflados como supuesta “asistencia técnica” u “honorarios por asesoramiento”, y pagarse con cheques. Los médicos emiten, a su vez, recibos a la firma proveedora por el monto de la coima que reciben. “Los médicos lo consideran un derecho adquirido y lo tienen naturalizado”, reconoce un proveedor, resignado.
La prueba más contundente que presenta la investigación son los audios donde se escucha a los médicos de IOMA y proveedores del servicio que les piden “honorarios” a las empresas por elegir sus marcas. Por ejemplo, para una operación de cadera en un hospital bonaerense, uno de los médicos que se escucha en el audio sostiene: “A nosotros por una cadera común importada de IOMA nos dan 12 o 14 mil. Por una de este tipo yo le iba a pedir 18, es decir, 18 mil, que es algo lógico me parece”. Y agrega: “Porque en otros lugares nos ofrecían 25 pero bueno, no se dio la cotización de otros lugares”.
Según reproducen los periodistas que forman pare del ICIJ, desde la obra social bonaerense respondieron que IOMA “heredó nomencladores con precios establecidos en la gestión anterior. Al ser elevados, en 2016 se tomó la decisión de pesificar los montos y además, se les quitó un 20%”. Señalaron que desde 2017, el nuevo presidente, Pablo Di Liscia, inició una “evaluación exhaustiva de más de 500 puntos para analizar su valor”. Desde IOMA también dijeron que desde el año próximo van utilizarse nuevos nomencladores cuyos insumos “estarán establecidos, entre otros factores, por los valores del mercado”.