De pronto mi teléfono empezó a chillar con todo tipo de notificaciones. No daba abasto en leerlas que aparecían diez más. ¿Qué había pasado?
Como un reguero de pólvora corría la voz de que Amado Boudou, el hombre que inspiró la mayor expropiación de la historia al capital financiero en la Argentina, el que recuperó para el estado de los argentinos el dinero de las AFJP, quedaría en libertad, o por lo menos fuera de la prisión, por una resolución de cámara.
Miles y miles de compañeros de todo el país celebran no solo que Amado pase la Navidad con sus mellizas y su compañera, sino también la dignidad, la hombría, la fortaleza y el temple de este gran argentino.
Amado Boudou, posiblemente tus padres no hayan nunca imaginado la enorme verdad que encerraba tu nombre. Hoy sos amado y respetado por millones de argentinos de bien.