El Gobierno pretende que el techo de aumento salarial para 2019 no supere el 23 %, a pesar de que ya se está pronosticando que la inflación prevista en el año que arranca en pocos días más, no será inferior al 30 %, en el marco de un Riesgo País que está por encima de los 800 puntos, con mayor desocupación y con índices de pobreza que no dejan de crecer.
Mientras tanto, la Casa Rosada ya fijó dos variables centrales para los convenios paritarios: acuerdos anuales y con cláusula de revisión, en caso de que la suba salarial quede superada por la inflación, tal como seguramente ocurrirá. Sin embargo, 23 % es la inflación prevista para 2019 por la ley de Presupuesto.
“En un contexto de estabilidad de precios y decrecimiento de la inflación no se ve la necesidad de acuerdos semestrales ni de cláusula gatillo”, es el mensaje que bajan desde el Ministerio de Producción y Trabajo a cargo de Dante Sica.
A pesar de que no lo reconozcan públicamente, el índice del 23 % será la referencia para el año próximo, mientras en esa cartera se sostiene que las paritarias deberán cerrarse, y no de acuerdo a un índice homogéneo. “Serán paritarias diferentes en función de los distintos niveles de actividad”, afirman.
Según el criterio oficial, “los sindicatos deberán ver que el salario que pidan se pueda pagar y que la empresa o sector de la actividad tenga margen para absorberlo”. En este sentido, y para la visión del gobierno, esto hará que se produzca mucha dispersión en materia salarial, y que por lo tanto todo va a depender del nivel de actividad.
La semana pasada firmaron sus paritarias el gremio de los encargados de edificios (Suterh) y el de los empleados de clubes y mutuales (Utedyc). Contra la posición oficial de que no hay pauta, genera suspicacias que los dos acuerdos se cerraron por la misma cifra: 23 %, estimándose que en los próximos días el sindicato de Luz y Fuerza también podría firmar un acuerdo por idéntico porcentaje.
Por ahora, en los despachos oficiales intentan disimular que existan presiones, y argumentan que “si firman por el 23 %, nosotros no tendremos la culpa. Seguramente lo que estará ocurriendo es que los propios gremios miran entre ellos lo que se firma”.
Mientras tanto, desde la CGT consideran que es demasiado temprano para fijar una pauta salarial que se corresponda a lo que pueda pasar en 2019, teniendo en cuenta que “hay un desconcierto total”, y que “por lo tanto son muy pocas las organizaciones que van a aceptar firmar sus paritarias”.
Y para completar, en la central obrera subrayan que “lo que se firme ahora será todo virtual. La ronda de paritarias en serio arrancará recién en marzo”.