La relación entre Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal ya no es la misma desde el momento que el presidente le dijo que no al desdoblamiento. Ayer el presidente fue solo a un encuentro con comerciantes en La Plata y recorrió con el intendente Julio Garro la electrificación del Tren Roca.
En la Casa Rosada saben que el presidente bajo durante enero en intención de votos y que su imagen esta muy mal en la provincia de Buenos Aires, especialmente en el conurbano. La idea es realizar visitas rápidas solo o con la gobernadora para luego obtener la foto y subirla a las redes sociales será una constante.
En la Gobernación hay mucha preocupación por la elecciones en la provincia. Saben, aunque no lo pueden decir, que es difícil lidiar con la “mochila de plomo” del presidente y sus medidas económicas que caen muy mal en los bonaerenses: luz, gas y agua con aumentos casi mensuales, un transporte carísimo y los alimentos por las nubes.
El equipo de Vidal cree que será muy difícil ganar las PASO contra el candidato del peronismo. De alli que prenden las velas para que Sergio Massa no acuerde y vaya separado con un candidato propio. “Necesitados un Randazzo de Alternativa Federal que le quite entre 5 y 8 puntos al peronismo en las próximas elecciones”, dicen en el equipo que lidera Federico Salvai.
En las últimas horas, el intendente de Vicente Lopez, Jorge Macri, salió a pedir públicamente que se eliminen las PASO en la provincia. La idea es que sin PASO el próximo 11 de agosto, nadie especulara con brindarle el apoyo a la fórmula del peronismo. “Podríamos evaluar seriamente la posibilidad de dejar sin efecto las PASO. Desde que existe esa ley, obliga a todo el mundo a votar, al Gobierno a gastar un montón de plata de toda la gente que podría ser utilizada en otra cosa. Estamos hablando de más de 3 mil millones de pesos”, sostuvo Macri, el mismo dirigente que hace un par de semanas apoyaba el desdoblamiento.
La idea del vidalismo es que la población no vea que en las PASO les puede ir muy mal y poner en riesgo la reelección de octubre en la provincia. Esta vez no estará Aníbal Fernández en la boleta y no habrá el corte que hubo en 2015. En aquella elección Macri sacó 34%, Scioli 39% y Vidal 39% contra el 35% del ex jefe de Gabinete. Un corte importante de boleta luego de la brutal campaña iniciada por Jorge Lanata afirmando que Fernández era el jefe de la droga y el responsable de varios asesinatos.
Por ahora, desde la Rosada piensan en fortalecer la imagen del presidente. Recorrerá la provincia, a veces solo, a veces con Vidal, pero desde su equipo de campaña le adelantaron qué tiene que mejorar su performance entre los bonaerenses.
1 comentario
¡ME PARECE PERFECTO!LLEGÓ EL TIEMPO EN QUE LOS JÓVENES PERONISTAS REEMPLACEN A LOS “TRAIDORES DINOSAURIOS”.