“Son pelotudos o se hacen”, dijo uno de los integrantes de la mesa chica de María Eugenia Vidal, cuando leyó que los intendentes de Cambiemos, Jorge Macri y Néstor Grindetti pidieron a gritos que se deroguen las PASO en la provincia de Buenos Aires. En realidad, el oficialismo junto al massismo podría obtener la mayoría en la Legislatura y derogar la ley 14.086 que instituyó el sistema de Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias pero las PASO a nivel nacional se harían igual para los cargos de presidente y legisladores nacionales, con lo cual sería peor para el oficialismo.
Vidal sabe que volver a intentar “hacer trampa” molesta a los bonaerenses. Sin desdoblamiento empezó a correr el temor de perder por mucha diferencia en las PASO y no poder remontar en las elecciones generales. “Ya sabemos que el presidente hoy es una “mochila de plomo” pero es peor si no figura Mariu en la boleta de las PASO”, dicen en la Gobernación.
Como si fuera poco, Marcos Peña, antes de irse de vacaciones, dejo claro que nadie sacará las PASO a nivel nacional porque sería una muestra de debilidad ante la sociedad. Además aclaró que ya es muy tarde para llevar la discusión al Congreso a tres meses de cerrar las listas. Las malas lenguas dice que el jefe de Gabinete quiere las PASO para darle un poco de volumen al presidente y que poco le importa el destino de Vidal.
Los intendentes de Cambiemos se reunirán el próximo viernes en lo que llama el Foro de Intendentes del PRO. La orden de la Gobernación es que los jefes comunales “se calmen”. Se sabe que ademas de Macri y Grindetti, la idea es apoyada por Julio Garro (La Plata), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Ramiro Tagliaferro (Morón), Nicolás Ducoté (Pilar) y Martiniano Molina (Quilmes).
En el bloque de Cambiemos de la Cámara de Diputados dejaron trascender que habrá “otros métodos” para desgastar al peronismo bonaerense. “Más allá que todavía no sabemos quién es el candidato le vamos a tirar toda la justicia amiga a cada intendente”, dice un legislador del PRO. Luego agregó: “no la van a sacar barata, los vamos hacer tocar el pianito a cada opositor al estilo Bonadio”.
Se habla que por estos días que Federico Salvai se reunió con Elisa Carrió para organizar el ataque judicial hacia el peronismo bonaerense. Junto a Salvai trabajará al procurador de la provincia, hombre del Opus Dei, Julio Conte Grand. Como el escándalo será muy grande, el procurador sacó días pasados una resolución, donde les prohibe a los fiscales realizar alguna declaración política para tenerlos amordazados.
Desde que Macri priorizó su candidatura y frenó el desdoblamiento, en la Gobernación entraron en pánico. Saben que si pierden en octubre muchos terminarán presos.
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