El presidente Mauricio Macri sabe que en sus tres años de gobierno ha producido el fracaso económico mas grande de las ultimas décadas en la Argentina, con miles de desocupados, cierre de empresas y comercios y un consumo por el suelo al quedar muy abajo los salarios. El presidente sigue afirmando “que es el único camino” como se lo dicen las autoridades del Fondo Monetario Internacional pero en los últimos días decidió invitar a la residencia de Olivos a un grupo de economistas para consultarlos.
No invitó ovbiamente a economistas que lo ayudarían a salir de la crisis como Roberto Lavagna, Axel Kicillof o Silvina Batakis por nombrar solo a tres. Invitó a los ultra liberales Miguel Broda, Pablo Guidotti y Miguel Kiguel.
A todos les cuenta que la “elección será peleada pero voy a ganar” y necesito escucharlos para “relanzar el gobierno el próximo año”, dice. El presidente no esta preocupado por los pobres, los desocupados y el cierre de empresas, sino como “voy a hacer el primer día de su mandato” para achicar el Estado y realizar las reformas previsional y laboral. Broda le pidió que vaya “al hueso” con los problemas estructurales. El economista insistió que al gobierno le falta un “plan global para bajar la inflación”.
Broda le ofreció un plan global económico y el presidente fue contundente: “Cuando termines, quiero ver esas ideas”, contó Marcelo Bonelli el periodista de Clarín en su columna de los viernes. El plan que está elaborando por Broda con un equipo que da miedo: Domingo Cavallo, Guillermo Calvo, Ricardo Lopez Murphy y Jose María Dagnino Pastore.
De mal en peor.