Parece increible pero es real. El presidente Mauricio Macri ordenó que el gobierno llame a un concurso de catering de desayunos y almuerzos, el cual costará una fortuna.
Después del 26 de febrero, un jurado de la Dirección Nacional de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, “de gran trayectoria en comidas de Estado”, evaluará distintas comidas que pueden terminar en el plato de Mauricio Macri. Una especie de MasterChef no televisado y presidencial.
A través de la licitación 23-0051-LPU18, la Secretaría General de la Presidencia llamó al a “contratación de un servicio de catering”. Los sobres con las ofertas se abrirán en 11 días, pero a diferencia de otras en las que priman las ofertas más económicas, la “degustación” tendrá un peso importante para dictaminar al ganador de la compulsa.
El pliego está online: son siete ítems, para comidas que pueden variar desde 5 a 3800 invitados. El servicio incluye los habituales desayunos del Presidente con sus ministros en Balcarce 50, pero también eventuales agasajos a mandatarios extranjeros. Los eventos, además, pueden realizarse también en la residencia de Olivos, en el CCK o en Tecnópolis.
En el concurso, al que el gobierno no quiere decir el costo que tendrá, se informa que se evalua la vajilla, la presencia de los mozos, si respetan o no las normas protocolares al servir, si la mesa está correctamente puesta, la presentación de los platos, si cumplen todo lo que prometieron en la oferta licitatoria”, dice en el gobierno. Pero no solo eso, para el presidente es importante evaluar el “Sabor, aroma y textura de (los) alimentos”.
En el pliego dice que es “digno destacar que la investidura presidencial merece ser atendida con la deferencia, el respeto y la consideración que corresponde a tan alta autoridad”. También se les demanda que “los uniformes de los mozos, la mantelería y las servilletas no podrán poseer ningún tipo de logo o marca identificativa que haga referencia al nombre o razón social del contratista” y que “el personal deberá llevar guantes blancos en todos los servicios correspondientes”.
Mientras tanto, desde los medios hegemónicos te cuentan que es una “pasión argentina” revolver los tachos de basura para alimentarte, mucho más si sos jubilado y con la mínima llegas al día 10.