Por Alfredo Silletta. El gobierno y los medios hegemónicos durante meses insistieron que Macri ganaba “caminando” una elección frente a Cristina, pero en las últimas semanas, atemorizados porque el presidente está muy mal en las encuestas, afirman que la ex presidenta no será candidata. En realidad, la mayor preocupación de la Casa Rosada es observar el armado opositor que día tras día teje Cristina Kirchner para “ganarle a Macri”. De allí que el presidente ordenó “apurar” las causas judiciales para que la tengan sentada en el banquillo de los acusados.
Cristina mantiene desde hace meses extensa reuniones con su propia tropa y especialmente con aquellos con los que estuve enfrentado en los últimos años. Reconoce que su estilo de “dama de hierro” fue un error y conversa con todos en búsqueda de la unidad para enfrentar a Cambiemos. Mantiene reuniones en el Instituto Patria, en su casa de Recoleta y en más de una vez mantiene encuentros en el Café de las Palabras, la peña de Valdés en Almagro.
Su núcleo más cercano lo integran su hijo Máximo, Axel Kicillof, Wado de Pedro, Oscar Parrilli y Eduardo Valdés, a los que se sumaron Alberto Fernández y Jorge Taiana. Con ellos dialoga casi diariamente y a su vez se encargan de algunas reuniones con dirigentes que quizás antes estaban alejados.
Cristina, más allá que tiene el apoyo de la totalidad de los intendentes de la provincia de Buenos Aires y, en especial de los bonaerenses que la respalda en algunos distritos donde tiene una intención de votos cercana la 50 por ciento, trabaja fuertemente con dirigentes políticos, movimientos sociales y sindicales y del interior del país.
Además de su relación con Alberto Fernández hizo las pases con Felipe Solá, Hugo Moyano, Juan Grabois y los dirigentes del Movimiento Evita. Habla con Emilio Pérsico, Leonardo Grosso y Fernando “Chino” Navarro con quienes dialoga en profundidad por la situación en los barrios, los comedores y el trabajo informal. Ese dialogo también lo tiene con Juan Grabais, cercano al Papa Francisco y también dirigente social. Moyano en las últimas horas ya aviso que votaría a Cristina Kirchner, algo impensado hace unos años atrás.
Cristina está al tanto de todo lo que sucede en las provincias. Ya hay acuerdo en Entre Ríos entre Gustavo Bordet y Sergio Urribarri luego del pedido expreso de la ex presidenta; hay fórmula de unidad con Martín Soria en Río Negro; en la Pampa donde el candidato del peronismo es Sergio Ziliotto; en Tucumán con Juan Manzur pidiendo que la unidad es con Cristina adentro, más Lucia Corpacci en Catamarca. Responden a la ex presidenta Alberto Rodríguez Saa en San Luis, Gildo Insfrán en Formosa, Alicia Kirchner en Santa Cruz y Rosana Bertone en Tierra del Fuego y Ramón Rioseco y Dario Martínez en Neuquén. Falta cerrar con Domingo Peppo en Chaco, Chubut y con Julio Zamora en Santiago del Estero.
En la única provincia donde no habrá acuerdo es en Salta donde Juan Manuel Urtubey está más cerca de Cambiemos que del peronismo.
El avance de Cristina en un gran frente opositor debilita el armado de Alternativa Federal que baja en todas las encuestas y por ahora cuenta con el apoyo de Urtubey, Sergio Massa, Miguel Angel Pichetto y Juan Schiaretti. De estos dirigentes, Pichetto quedo afuera de la interna de Río Negro y el cordobés está analizando cerrar con el sector de Unidad Ciudadana en Córdoba ante el temor de perder la provincia.
La gran incógnita es Sergio Massa que públicamente critica a la ex presidenta pero en privado mantiene dialogo con intendentes del peronismo bonaerenses a quienes “les asegura” que a ultimo momento negociará con Cristina.
Hoy la ex presidenta trabaja para conformar un gran frente opositor. La duda es saber si será candidata o no. Nadie lo sabrá hasta mediados de junio, fecha del cierre de las listas para las elecciones de octubre.