“Se han armado un montón de causas para poder citarme a prestar declaración indagatoria y luego procesarme, generando noticias de alto impacto mediático”, sostuvo hoy Cristina Kirchner, para quien “no existen pruebas que me vinculen con los supuestos delitos que se dicen investigar y que, por ende, justifiquen el estado de sospecha que exige la ley procesal para llevar a cabo tales citaciones”.
A través de un extenso como pormenorizado escrito que presentó esta mañana al juez Claudio Bonadio, que la citó para que prestara declaración en ocho causas, la ex presidenta señala que “en la mayoría de los procesos vuelvo a ser indagada por ser la presunta jefa de una misma asociación ilícita que se habría dedicado a cometer delitos entre los años 2003 y 2015”.
Agrega que “lo cierto es que a lo largo de todo ese período solamente fui la titular, junto con Néstor Kirchner, de gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo argentino en tres elecciones consecutivas, que tuvieron como principal objetivo otorgar derechos a los sectores más postergados de nuestra sociedad”, y que “no obstante todas las arbitrariedades perpetradas por el juez y el fiscal, no consiguieron una sola prueba -porque no existe- que demuestre que recibí coimas por parte de contratistas del Estado o que cometí delitos en el ejercicio de la función pública”.
Para la actual senadora, “han quedado en evidencia las gravísimas irregularidades -por no decir verdaderas actividades delictivas- que fueron llevadas a cabo por el juez y por el fiscal para tratar de inventar pruebas en mi contra”.
CFK enfatiza que “a la luz de los hechos que son de público y notorio conocimiento, estaríamos ante verdaderas organizaciones delictivas que utilizan el poder de un sistema judicial con rémoras monárquicas que articulándose con lo mediático han convertido en un verdadero lodazal la actividad judicial. Todo ello, más temprano que tarde, deberá ser seriamente investigado por jueces y fiscales independientes, que cumplan con los deberes que les han sido confiados”.
En su escrito, la ex presidenta dice que “básicamente, esta nueva movida judicial tiene su origen en la a esta altura escandalosa y bochornosa “causa de las fotocopias”, que es “un expediente que se inició en base a simples fotocopias de unos supuestos cuadernos que nunca se vieron y que finalmente dijeron que habían sido “quemados en la parrilla de un patio”. Literal”.
Recuerda que “en el marco de procedimientos espectaculares con los que se captó la atención pública durante varios días, mis domicilios de la ciudad de Buenos Aires, Río Gallegos y El Calafate fueron allanados, con el augurio de que serían encontradas bóvedas, compartimientos secretos y varios millones de dólares que habrían transitado a través de los circuitos de la corrupción. Nada de ello ocurrió”.
Por otra parte, consigna que “desde la mesa judicial de la alianza gobernante ratificaron que soy la jefa de la asociación ilícita, dejaron dentro de ella a un grupo de funcionarios y algunos empresarios y beneficiaron al resto de los hombres de negocios, quienes dieron a entender que fue nuestro gobierno el que les “enseñó a cartelizarse en la obra pública” y que pagaron sobornos por haber sido “víctimas” de coacción. Dentro de esta última particular especie se encuentran familiares directos del Presidente de la Nación y varios importantes empresarios afines”.
En tanto, recuerda que “el 8 de marzo del año pasado la Cámara de Apelaciones del fuero revocó todos los procesamientos dictados en esta causa y dispuso la falta de mérito de todos los imputados, dado que la decisión de Bonadío, impulsada por Stornelli, se basaba en una pericia falsa. Sí, tal cual se lee: jueces y fiscales armando causas y metiendo gente presa con pericias falsas”.
Agrega que “pese a lo dispuesto por la Cámara y al resultado favorable que arrojó una nueva pericia que desmentía la imputación, la investigación del juez y del fiscal continuó por el camino de la falta de seriedad absoluta. En efecto, el 5 de noviembre del año pasado se presentó “espontáneamente”en la Fiscalía de Stornelli el ahora no abogado y no experto en delitos complejos Marcelo D`Alessio. Todo desopilante”.
“Si soy jefa de una asociación ilícita destinada a recaudar dinero durante un tiempo que coincide con mis dos períodos presidenciales, ¿cuál es la razón por la cual esta misma supuesta práctica dejó de llevarse a cabo con los mismos empresarios que mantuvieron sus concesiones incluso hasta la finalización de mis mandatos?”, se pregunta Cristina.
Añade que “quí se me acusa, una vez más, de haber liderado una supuesta asociación ilícita y tampoco se precisa cuál habría sido mi participación en los cientos de presuntos actos delictivos a los que genéricamente se hace referencia en el expediente. Todo se resume al supuesto carácter de jefe de tal imaginaria asociación, de la que no existe por cierto evidencia alguna”.
Señala CFK: “Debo enfatizar que jamás, ni Néstor Kirchner ni la suscripta, utilizamos los bienes del Estado en nuestro propio provecho o fuera de lo que importaba el cumplimiento de funciones oficiales. Quien afirme lo contrario indudablemente miente, y cuando las actuaciones lleguen a una instancia oral y pública, espero que ante Tribunales imparciales, ello quedará debidamente desvirtuado”.