El radicalismo parece empezar a despertarse de su larga siesta: dejó en claro que desde ese espacio están dispuestos a discutir con sus socios del PRO todas las candidaturas nacionales para las elecciones de octubre –incluido el binomio presidencial-, en el seno de la mesa nacional de Cambiemos.
En otras palabras, el centenario partido entonces no descarta salir a disputarle el lugar a Mauricio Macri y enfrentarlo en las PASO de agosto próximo, y de mínima aclararon que no van a aceptar que el candidato a vicepresidente y quienes integren las listas de legisladores nacionales sean impuestas a dedo desde la Casa Rosada.
A esa conclusión se llegó durante una cumbre de la plana mayor de la UCR que se reunió en Corrientes, donde por las dudas aclararon que seguirán formando parte de la alianza gobernante, pero al mismo tiempo, como para marcar la cancha, también plantearon “la necesidad de tomar medidas para generar un clima positivo en el año electoral. Un nuevo aumento de tarifas no se soporta y hay que recuperar el consumo, que es lo que ha caído en estos meses”.
Además, evaluaron mejores posibilidades electorales con el lanzamiento de créditos para sectores de bajos recursos y Pymes, que una reconsideración con las subas en los servicios públicos.
Mientras tanto, ratificaron que la estrategia electoral se definirá a fines de abril y dependerá de la marcha de la economía.
Firmaron el documento los tres gobernadores radicales, el anfitrión, Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza), jefe del partido. Los acompañaron los jefes de bloque Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff y Angel Rozas (Senado).
Ahí dejaron en claro que “la discusión sobre las candidaturas nacionales, el binomio presidencial y las legislativas” deben desarrollarse “en el marco de la mesa nacional de Cambiemos” con el objetivo de apuntar “al fortalecimiento de la coalición” que “evite una regresión populista”.
Los más críticos de la gestión macrista, en cambio, levantan la bandera de las primarias y lanzan como candidato a Martín Lousteau. La cúpula del partido, que en un principio descartaba la idea, empezó a barajarla como una alternativa firme ante el estancamiento que muestra Macri en las encuestas y la falta de resultados positivos en la gestión económica.
Ayer en Corrientes los líderes radicales ratificaron que no se avanzará a las apuradas con una decisión, teniendo en cuenta que todavía no está resuelto quién sería el candidato radical en una eventual primaria, más allá de que suene con fuerza el nombre de Lousteau, quien en las últimas horas se mostró molesto por cómo el radicalismo utiliza su nombre en sus disputas internas con el Gobierno.
Por su parte, el histórico dirigente radical Federico Storani aseguró que “por ahora” la UCR continuará en Cambiemos, aunque esto debe definirlo a Convención Nacional. Esta mañana, en diálogo con El Destape Radio advirtió que “si no hay un cambio de reglas importantes no tiene sentido la continuidad de Cambiemos”.
Sobre el armado antes las elecciones nacionales, aseveró que “El Plan B” del radicalismo es ir un con candidatos propios que planteen políticas más afines a su pensamiento, ya que “no tiene mucho sentido ser responsable de las políticas que ni siquiera podemos discutir”, y que “Cambiemos es solamente una coalición electoral, y no una coalición de gobierno”.
1 comentario
A esta UCR no le creo nada. Quiero verla en los hechos no en sus berrinches. Son una deshonra para los principios que originaron el partido. De lo que hicieron como facilitadores para que MM sea presidente y de su actuación posterior, no se vuelve.