Por pánico al repudio de los vecinos, Cambiemos abandona el recurso de los timbreos

Ya pasaron más de seis meses desde el último timbreo que, a nivel nacional, encabezó Mauricio Macri. Fue el 15 de septiembre del año pasado, en el partido de San Miguel. A la luz de los resultados de una gestión que hace agua y empeora día tras día, los estrategas del macrismo resolvieron que el recurso de los famosos timbreos sean archivados y pasen a mejor vida.

Es que desde aquel momento, el Gobierno viene en caída libre, en medio de una constante depresión económica, con una situación que no muestra signos de mejoría y sí un creciente malhumor social, alimentado por el desempleo, los cierres de Pymes y comercios, los tarifazos y los cortes de luz. Y a eso se le suma que para gran parte de la sociedad, los timbreos dejaron de ser espontáneos.

Por eso, en el marco de una sucesión de malas noticias económicas que repercuten principalmente en el Conurbano bonaerense, donde Macri registra un elevado índice de rechazo, desde el búnker del jefe de Gabinete, Marcos Peña, se analizó la situación y llegaron a la lógica conclusión de que éstos no son tiempos de timbreos, por lo cual ya queda prácticamente descartado ese recurso como método nacional.

A lo sumo, no se descarta que más adelante puedan recurrir a esa metodología para algún municipio o incluso que la propia gobernadora María Eugenia Vidal salga a la calle antes del arranque formal de la campaña.

A comienzos de febrero pasado, desde el macrismo habían anunciado el relanzamiento de los timbreos, pero finalmente la idea se diluyó, y ahora ya quedó en el olvido. Es que en el medio, no deja de crecer una situación muy incómoda para el presidente, que la refleja en sus ataques de nervios en medio de sus últimos discursos.

Con nada para mostrar en materia económica, Peña dispuso las principales directivas para la campaña electoral del 2019, donde la ambivalencia volverá a levantarse como bandera y tanto él como el ecuatoriano Jaime Durán Barba, apuntan a una campaña con fuerte presencia en las redes sociales.

Por eso mismo, la consigna es dejar de lado las cuestiones vinculadas con la inflación, la creciente pobreza, el desempleo o los tarifazos, y hacer hincapié en temas como la lucha contra la corrupción, el narcotráfico y la seguridad.

Mientras tanto, sobre el mensaje oficial, Macri y sus ministros insistirán con la promesa de la luz al final del túnel. Esa fue precisamente el objetivo de un reciente spot, en el que un empresario Pyme y un jubilado aseguraban que el sacrificio era necesario. Por eso mismo, se buscará convencer a los votantes que, sobre todo en el último año, perdieron confianza en ese relato.