La ex abogada del arrepentido Leonardo Fariña, Giselle Robles, se presentó ayer viernes en Dolores ante el juez Alejo Ramos Padilla y le entrego los chats y mail del ministro de Justicia, Germán Garavano, con el detenido para otorgarle la libertad y sumas importantes de dinero si “involucraba” a la ex presidenta en la causa por presunto lavado de dinero, con detalles sobre supuestas irregularidades en la obra publica.
La abogada entrego al juez los mails que recibía Fariña con las idicaciones de lo que decía decir en sus declaraciones ante la Justicia. Los correos eran enviados desde la casilla elturista@protonmail.com, posiblemente ligada a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Según publicó el diario Página 12, el financista recibía en los correos el guión de su declaración respecto de la obra pública en la provincia de Santa Cruz.
La causa, en manos del juez Sebastián Casanello, estaba a punto de caer luego de que una auditoría de Vialidad Nacional demostrara que la obra pública en la provincia patagónica realizada por el empresario Lázaro Báez había sido ejecutada con normalidad: se hizo lo que se pagó y la calidad era buena. Ante esa prueba, sería difícil avanzar contra la ex presidenta y el empresario y por ello, se requería una declaración que los implicara.
Allí entró la declaración de Fariña, que repitió ante Casanello palabra por palabra lo que se le había indicado en los mails, que ahora comenzarán a ser investigado por el juez Ramos Padilla.Esa declaración del financista, según la investigación del juez de Dolores, fue acordada previamente en una reunión con Garavano. El ministro ya confirmó que mantuvo una reunión con la abogada, pero señaló que fue solicitada por ella y Fariña por quejas del imputado colaborador respecto de su alojamiento en el programa de protección a testigos. Sin embargo, en el encuentro se tocaron otros temas.
El juez Sebastián Casanello, a cargo de la causa de lavado de dinero, percibió de alguna manera lo que estaba ocurriendo. Sostuvo en su resolución que partes de las declaraciones de Fariña parecían armadas, es decir en base a un guión. Incluso se mencionó que tramos enteros surgían de textos formulados por la Coalición Cívica, el partido de Elisa Carrió, ya en 2008. El programa ADN de C5N exhibió una comparación detallada de la declaración de Fariña con textos de los diarios La Nación y Clarín, demostrando que no pudo haber dicho de forma oral, hasta con la misma puntuación, lo que se publicó años antes en la prensa escrita.
El mecanismo que se usó fue muy parecido al de la causa del Gas Natural Licuado (GNL). Cuando la causa se caía a pedazos por el fraude de la pericia firmada por David Cohen, hoy procesado, pusieron a jugar a la banda inorgánica de la ex SIDE. La maniobra consistió en hacer declarar al propio D’Alessio, con datos incomprobables, y luego eso fue usado por el fiscal Carlos Stornelli para el relanzamiento del expediente. Sobre esa base falsa llamaron a declarar y luego procesaron a CFK.
Según la versión consignada ante Ramos Padilla por la abogada, el encuentro fue extra oficial. La abogada registró su ingreso al Ministerio de Justicia pero Fariña ingresó en auto al subsuelo. Durante la charla, Garavano aseguró que removerían al juez Carlos Rozansky, quien integraba un tribunal de la ciudad de La Plata donde Fariña enfrentaba una causa que lo tenía preocupado y, finalmente, el ministro le pidió al financista que siga declarando “en la línea de lo que venía haciendo el último tiempo”. Para ese momento, Fariña ya había tenido reuniones con un agente de la AFI y había empezado a recibir los mails con el “guión”.
La abogada presentó los chats y los mails el último viernes por la noche en el juzgado federal de Dolores, pero Ramos Padilla la citará la semana que viene como testigo de la causa que investiga una red de espionaje ilegal cuyos alcances se revelan día a día con nuevos elementos. Uno de los puntos que comenzará a investigar ahora el juez será la casilla de correo elturista@protonmail.com de la que salieron los correos para Fariña.