Obligado por las circunstancias, ante una inflación que en marzo llegó al 4,7 %, y a contramano de su pensamiento en lo que hace al anuncio de una batería de medidas que sólo demuestran ser un desesperado manotazo de ahogado, Mauricio Macri le habló a un reducido grupo de quienes están más cerca de él, y con un tono que reflejaba más resignación que enojo, les dijo: “Yo sé que esta es mi última oportunidad. Si sigue este descontrol, no me queda otra que armar las valijas…”.
En este contexto, y pensando en el creciente malhumor social de cara a las elecciones, los anuncios de hoy, algo así como un “Plan octubre”, no deja de ser un conjunto de medidas para amortiguar los efectos de la brutal crisis económica, marcada por la suba de precios y la constante caída del consumo.
El esperado anuncio finalmente llegó a través de un video editado desde una casa, a través de YouTube, en el que aparece acompañado por un matrimonio y su pequeña hija. Allí Macri intentó hacerse el espontáneo para anunciar las medidas, durante un supuesto diálogo con los dueños de casa, que obviamente asentían todo lo que el presidente decía.
El objetivo, claro, está en llegar con algo de aire a las elecciones, y las medidas tendrán como atracción central un nuevo acuerdo de precios para algunos productos de la canasta básica. La iniciativa oficial incluye créditos y descuentos para jubilados, pensionados y titulares de la asignación universal. También contempla beneficios tributarios para Pymes que serán implementados a través de la AFIP.
Al mismo tiempo, en otro intento que refleja desesperación, el Banco Central dispuso un congelamiento hasta fin de año de la banda cambiaria. El techo estará en $ 51,45 y el piso en $ 39,75. El Gobierno supone que ese mecanismo permitirá una mayor estabilidad del dólar, y en consecuencia un golpe menor sobre los precios. Además, la posibilidad de reducir la tasa de interés que ayude a salir de la asfixia productiva en la que por la recesión cayeron todos los sectores.
Como muestra de cómo el actual panorama sacude negativamente hasta a sus principales aliados en el mundo de los medios, hoy Eduardo Van Der Kooy, desde Clarín, destaca que “el presidente, con viento a favor, dispondrá de dos meses y pico para intentar revertir las expectativas sociales que están en un tobogán desde hace un año”.
Y de manera lapidaria, señala que “el Gobierno parece haber entrado en un tiempo de urgencias e improvisaciones. Algo se nota: el relato hace agua por los cuatro costados”, mientras advierte que la gestión macrista “ha perdido el norte en la práctica y el discurso público sobre la inflación”.
Por su parte, Joaquín Morales Solá, subraya hoy en La Nación que “la inflación es el tormento más persistente de la gestión de Mauricio Macri. El fenómeno que le ahuyenta a la sociedad, a los inversionistas y a sus propios aliados. Un fenómeno que también pone en duda la eficacia de su propio equipo económico”.
Y agrega que “el problema ya no es la inflación de marzo (un demoledor 4,7 %), sino la de abril, que también se anuncia muy alta. El dilema fundamental del presidente sigue siendo el mismo: o hace lo que tiene que hacer o se dedica a ganar las elecciones. Las dos cosas podrían ser incompatibles en un escenario social en el que Macri perdió gran parte de la clase media y la clase media baja”.
1 comentario
yo noquiero que mebeneficie en los precios por se jubilada quiero que me aumente la jubilacion al valor que estariamos cobrando con el sistema anterior