Apremiada por el calendario electoral y las encuestas que no repuntan, la gobernadora María Eugenia Vidal pondrá en marcha una serie de medidas para intentar aliviar los bolsillos de los bonaerenses y complementar la smedidas anunciadas el miércoles pasado por el gobierno de Mauricio Macri.
La primera medida que pondrá en marcha es la vuelta de los descuentos del 50% en supermercados con tarjetas de débito y crédito del Banco provincia. Ahora, el top de reintegro será de 2 mil pesos y no de 1500 como era el año pasado.
La segunda será el congelamiento de la tarifa de la luz eléctrica. Ese servicio subió en marzo en más de un 40% y están previstas dos nuevas subas en mayo y agosto, cada una del 4%, que ahora serán absorbidas por el Estado provincial.
La tercera, más estructural, es salarial y apunta a que ningún trabajador de la provincia “pierda contra la inflación”. Tras cerrar el acuerdo con los gremios docentes, Vidal se dispone ahora a renegociar con los estatales enrolados en la 10.430 con quienes ya había cerrado un acuerdo en diciembre por todo 2019, pero que ahora presionan para ser resarcidos como los maestros. El incremento también deberá trasladarlo a médicos, judiciales y a los efectivos de la Policía y del Servicio Penitenciario.
Otras de las medidas que se evalúan en el entorno de la gobernadora apunta a brindar beneficios a jubilados y pensionados del Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires (IPS), aunque todo está en estudio. El lunes podría haber definiciones.