Nuevamente, el escrache a la política cultural del gobierno de Mauricio Macri fue anoche el signo distintivo en el acto de apertura de la 45° edición de la Feria del Libro: fue cuando se disponía a hablar el secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, oportunidad en la que un grupo de manifestantes lo abucheó, mientras que parte de la concurrencia le dio la espalda al funcionario.
La protesta fue protagonizada por integrantes de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP), que exigían una reunión con Avelluto. Entre otros reclamos, pidieron por el reconocimiento de los Bachilleratos Populares, por el boleto estudiantil y por materiales de limpieza para las escuelas.
Minutos después, los manifestantes fueron echados de la sala. “Por más que interrumpan pienso seguir hablando”, dijo el secretario. Sin embargo, tras el desalojo, algunos de los asistentes respondieron dándole la espalda mientras otros aplaudían para no dejarlo continuar. Todo esto sucedía adentro de la sala, mientras en el exterior los cánticos y los abucheos seguían.
La manifestación motivó una queja de Avelluto a las autoridades de la Fundación el Libro, a quienes cuestionó por “no garantizar su seguridad”.
De hecho, la de anoche fue la segunda vez que el funcionario es blanco de una protesta en su contra en el marco de la Feria. Durante el acto de apertura del año pasado un grupo de docentes y estudiantes de los Institutos de Formación Docente (IFS) irrumpieron en el acto para protestar contra el proyecto del gobierno porteño de la Universidad de Formación Docente (Unicaba).
Después de los incidentes, Avelluto habló por TN y dijo: “Hay un autoritarismo residual en la Argentina, que encuentra este tipo de ámbitos para expresarse, para manifestarse, no dejando hablar a los oradores. Ya me había pasado, volvió a pasar. Pensé que no iba a volver a pasar. No entiendo cuál es el reclamo, no entiendo si era sobre mí, sobre el gobierno, sobre qué gobierno, sobre qué tema”, comenzó su descargo.
“En cualquier caso –agregó el secretario de Cultura-, lo que veo es que sigue habiendo un residuo intolerante contra el que hay que manifestarse y no hay que dejarse amedrentar. Por eso yo les dije ‘Bueno griten, yo me voy a quedar acá todo el tiempo que haga falta'”.