La ex presidenta Cristina Kirchner revela en su libro “Sinceramente”, que salió ayer y ya se agotó, el detrás de escena de la polémica resolución 125 que fijaba las retenciones móviles a la soja y que generó una pelea a todo o nada con el campo. Y cuenta por primera vez cuál fue el rol central de Martín Lousteau, en ese momento, su ministro de Economía: lo deja muy mal parado.
“Vino Lousteau con Gastón Rossi, su asesor, a explicarnos el tema de las retenciones móviles que se basaban en el criterio de la renta extraordinaria. No me pareció mal, porque es un criterio que comparto. Me acuerdo como si fuera hoy de aquella reunión. Estábamos los tres: Alberto Fernández, Lousteau y yo. El jefe de Gabinete le pregunta: “¿Estás seguro que no habrá problemas con eso?”. Y Lousteau, muy seguro de lo que decía, contestó: “No, a ellos la soja no les interesa”. Juro por la vida de mis tres nietos y mis dos hijos, que es lo que más quiero en el mundo, que dijo eso”, revela CFK en su libro y muestra el error garrafal que cometió Lousteau.
La senadora de Unidad Ciudadana también contó que “los cuatro meses del conflicto fueron fatales, absolutamente destituyentes. Pero también absolutamente fundantes para definir el perfil de nuestros gobiernos, las adhesiones y las críticas”. Y confiesa que sintió “mucha angustia durante todo el conflicto” pero “no miedo, porque la sensación del miedo es el de la dictadura; el miedo a perder la vida brutalmente”.
En el libro también habla de Julio Cobos, quien fue su vicepresidente y votó por el no a las retenciones móviles e hizo caer la ley que el kirchnerismo impulsaba. “Hasta último momento, Néstor pensó que el vicepresidente que él había elegido para acompañarme en la fórmula no votaría en contra de su propio gobierno como finalmente lo hizo. Yo le había dicho: “Me voy a dormir. No voy a perder tiempo, va a votar en contra. Olvidate”. Me desperté a las cinco de la mañana, me di cuenta que él no estaba en la cama y bajé al comedor. Alberto Fernández ya se había ido hace rato y Néstor estaba con un par de compañeros, muy angustiado. Cobos ya había dado su voto “no positivo”, volteando la ley de retenciones móviles de nuestro gobierno y pese a que la presidenta era yo, al que lo veía destruído era a él. Lo vi muy mal, y para colmo, ese mismo día murió a la madrugada uno de sus mejores amigos y testigo de nuestro casamiento, Oscar “Cacho” Vázquez. Cuando Néstor se enteró, lloró desconsoladamente como nunca lo había visto llorar. Me pareció que ese día lloraba por todos: por Cacho, por nosotros, por el país, por él, por la historia… qué se yo”.
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Hasta las lágrimas, lo leo y escucho la voz de Cristina, lo siento como si lo viviera…esto es autenticidad.