Por Alfredo Silletta. A solo 32 días del cierre de alianzas y 42 de la presentación de listas, los dos dirigentes más importantes del Frente Renovador, el intendente de Tigre, Julio Zamora, y el diputado provincial y precandidato a gobernador del massismo, Jorge D’Onofrio, le dieron un ultimátum a Sergio Massa para que se siente y acuerde con Cristina Kirchner.
El ultimátum fue en privado y la razón del apuro es lógico: si no cierran pronto con el peronismo quedarán afuera de cargos y puestos, ya que Massa cae en las encuestas y no llega a los 8 puntos en la provincia de Buenos Aires. No cerrar ya implica que no habrá lugares en las listas provinciales ni apoyo a la docena de intendentes que le quedan al Frente Renovador.
Pero la presión no es solo privada, también es pública. Zamora, el jefe comunal de Tigre, el único municipio importante del massismo, estuvo en la presentación del libro Sinceramente de Cristina Kirchner y fue contundente sobre el acuerdo: “Yo voy a acompañar a la estrategia del Partido Justicialista, al cual pertenezco y al cual participo con muchos intendentes del peronismo, tengan el candidato que se elija”, sostuvo y agregó “si es Cristina, es Cristina, si es Massa es Massa; el que sea vamos a estar acompañando desde ese sector”. Luego el jefe comunal no ahorro elogios hacia la ex presidenta: “Vi una ex presidenta que realmente dio una transmisión de paz pero también de convicciones con respecto al futuro que viene. Y a parte con una versión renovada: la apelación no es tenemos que volver a todo lo que pasó sino qué, desandando nuestra experiencia, podamos mirar el futuro para que los argentinos podamos vivir mejor”. Por ultimo no dudo de un acuerdo entre Cristina y Massa: “Si bien faltan muy pocos días para el cierre de las alianzas, la Argentina requiere un esfuerzo real de todos los dirigentes para una gran construcción de un bloque dominante de mayorías para poder encarar los años que vienen y que el pueblo no sufra más”.
Por su parte, Jorge D’Onofrio, el referente de los legisladores del FR en la provincia y precandidato desde enero viene trabajando fuerte para la unidad. “Como peronistas tenemos que hacernos cargo de nuestra historia: el que gana conduce y el que pierde acompaña y lo dice alguien que en algún momento creyó que enfrentar a los compañeros era el camino. Lo que tenemos claro es que hoy tenemos que enfrentar el desafío histórico de unirnos porque si nos unimos se van. Si se van, el pueblo vuelve a ser feliz”, afirmó el legislador.
Hace un par de semanas, D’Onofrio se reunió y se sacó una foto con el intendnete peronista de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini y la incluyo en un tuit con el siguiente texto: “La construcción de una nueva mayoría es con todos y todas. Estuvimos con el intendente Nardini y trabajamos sobre los ejes claves para recuperar la Argentina”.
Cuando lo consultan afirma: “hoy debemos afrontar el desafío histórico de unirnos sin exclusiones, construir una nueva mayoría y cambiar este gobierno de ajuste. El Gobierno ya tomó nota de que si nosotros nos unimos ellos se van, por eso están tirando manotazos de ahogados a través de los medios para dividirnos. Nuestra responsabilidad para el bien de los bonaerenses y de los argentinos es no permitírselos”.
A poco de las alianzas y el cierre de listas, el país se divide entre los que quieren continuar por el camino de ajuste, con inflación, cierre de fábricas, tarifas y combustibles dolarizados y precios por las nubes o en un frente opositor con la ex presidenta de candidata y una propuesta de un nuevo contrato social para que los empresarios, los trabajadores y el Estado trabajen en conjunto para que los argentinos vuelvan a consumir y las fabricas abrir nuevamente sus puertas.
Hoy no hay lugar para terceras fuerzas, de allí que la candidatura de Roberto Lavagna, fogoneadas por empresarios y por parte del radicalismo, no crece en las encuestas y probablemente cómo hemos adelantado en este portal renunciará a la misma.
La ex presidenta sigue trabajando para conformar un gran frente opositor para salir del caos que produjo el neoliberalismo en estos cuatro años con una deuda externa impagable y el tigrense deberá decidir de qué lado jugará.