Una sombra ya pronto serás: en una triste despedida de gestión, Macri arrastra a Cambiemos hacia su desaparición

Cuando Cambiemos triunfó en 2015 en la Nación y en dos distritos clave como la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, hizo presuponer que la nueva fuerza llegaba para quedarse y para consolidarse en todo el país como la contracara del peronismo. Sin embargo, pasaron cosas… y hoy por hoy, con una imagen que se cae a pedazos, está claro que en sólo tres años y medio el nombre de la alianza gobernante pende de un hilo, y ya se hace cada vez más palpable su virtual desaparición.

Y este panorama se registra justamente cuando Mauricio Macri buscará su reelección, en medio de una una gestión inmersa en una brutal crisis económica, con el consiguiente desgaste de la figura presidencial y la lógica caída en intención de voto, que no hace más que arrastrar al abismo a aquellos candidatos que todavía siguen creyendo en las supuestas ventajas de los globos amarillos.

Reflejo de esa situación, en 15 de los 24 distritos del país la marca Cambiemos no será utilizada. Es más, en varias provincias cambiaron el nombre de los frentes que utilizaron en las legislativas de hace dos años, para que no sean identificados con la administración macrista.

Si bien en todos los distritos que no van como Cambiemos la intención está implícita, en varias provincias como Córdoba, Salta, Corrientes, Chaco, Tucumán, Tierra del Fuego, Misiones y San Juan la negativa a ser reconocidos como la fuerza que a nivel nacional encabeza el presidente Macri fue expuesta sin vueltas.

A medida que se acercan las elecciones de octubre, y mientras el Gobierno sufre el shock que le propinó el anuncio de Cristina Kirchner sobre la fórmula presidencial que encabezará Alberto Fernández, con ella como vice, en la Casa Rosada son conscientes de que quienes votaron a Cambiemos en 2015 y 2017 les está costando cada vez más defender a la gestión macrista. En otras palabras, día a día crece el número de los decepcionados con la presidencia de Macri.

A manera de ejemplo, la desesperación se apoderó tiempo atrás de los despachos oficiales, a partir de la circulación de un documento que revela que el llamado “núcleo duro” del oficialismo, es decir, ese grupo de incondicionales que, por convicción o por odio al kirchnerismo están dispuestos a jugarse a fondo por Macri, pasó del 25 % al 18 %.

El hecho es que en un contexto que revela improvisación y falta de brújula para poner un freno a esta brutal crisis, la falta de control de la inflación y el dólar, se tradujo en un fenómeno al menos curioso: hoy por hoy, muchos votantes no kirchneristas empiezan a considerar mejor la gestión económica del anterior gobierno que la del macrismo.

La caída al vacío del sello Cambiemos va de la mano con el pronunciado descenso en la intención de voto presidencial. Por ejemplo según la consultora Inteligencia Analítica, en la provincia de Buenos Aires Macri mide 23,7% (32,9% en 2015); Entre Ríos 29,9% (37,8%); Santa Fe 26,8% (35,3%); Córdoba 34,9% (53,2%) y Mendoza 24% (40,8%).

Por si quedaban dudas, de manera lapidaria el titular de la Convención nacional del radicalismo, Jorge Sappia, lanzó que “Cambiemos prácticamente no existe en las provincias. Sólo figura en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal”. O, como reconoció casi con resignación un hombre cercano al presidente: “Nos guste o no, lamentablemente la marca Cambiemos se ha convertido en un yunque”. Ya con un tono más literario, no faltó quien, parafraseando el título de aquella inolvidable novela del ‘gordo’ Osvaldo Soriano, llegó a decir, sobre el futuro de la alianza gobernante, que “una sombra ya pronto serás”.