Por Eduardo D’Argenio.- Audios y videos caseros sin ningún tipo de producción y, eso sí, siempre grabados con celulares, como así también diálogos que formen parte de grupos de WhatsApp, y en lo que se defiendan medidas del Gobierno: hacia ahí apunta la flamante estrategia elaborada en las usinas del PRO, como respuesta a un Mauricio Macri cuya palabra quedó tan devaluada a raíz de la crisis y por tantas promesas incumplidas, que es corrido del escenario, para que no se convierta en un salvavidas de plomo de aquí a las elecciones.
Mientras, y a partir de relevamientos que se vienen llevando a cabo con los llamados ‘focus-group’, en los despachos oficiales empezó a crecer el nerviosismo, porque entre a través de esas experiencias surge que los más jóvenes –en la franja que va de los 17 a los 23 años- en líneas generales rechazan a la “vieja política”, pero empiezan a mirar con simpatía a Alberto Fernández y a Axel Kicillof, a quien muchos de ellos lo ven como alguien propio.
Tal vez, y a manera de síntesis para comprender el pensamiento anti político de estos jóvenes, una adolescente que participó de uno de esos encuentros, sintetizó así su postura: “No me pongas un boludo tomando mate o con globos en el balcón: decime mejor qué vas a hacer”.
Es que para todas las fuerzas políticas no es un dato precisamente menor que, para las elecciones de octubre, más de un millón de argentinos concurrirá a las urnas por primera vez.
En tanto, obras, transparencia y nada de economía serán los pilares sobre los que se asentarán los mensajes que unos 300 mil voluntarios, en todo el país, transmitirán a los vecinos para relatar los supuestos avances logrados por la gestión de Cambiemos, en la desesperada búsqueda por lograr su reelección.
“Los defensores del cambio”, como se los llama en la Casa Rosada, serán los encargados de irradiar el mensaje que apunta sobre todo a detectar “indecisos”, como así también “armar una red de personas” e intervenir en “los grupos”.
Es más, con esa idea se creó una plataforma web, donde los miembros del equipo de campaña suben memes, imágenes, ediciones de programas de TV y videos en crudo, realizados por profesionales pero con impronta artesanal, con el objetivo de que los militantes los tomen y se los transmitan a sus contactos.
Por eso, esta vez la consigna apunta a no mostrar más globos, ni lanzamientos al aire libre en lugares emblemáticos, ni actos con escenarios circulares, y ni siquiera posteos en Instagram o Facebook.
En otras palabras, y de manera obsesiva, desde la Casa Rosada, más específicamente desde la Jefatura de Gabinete a cargo de Marcos Peña, el macrismo recurrirá a tener una presencia constante en los WhatsApp, sobre todo en los grupos más populares, como los de “padres y madres del colegio”.
Los voluntarios recibirán videos, stickers, imágenes, audios y textos con los temas de interés del barrio de cada uno para compartir con todos sus contactos.