Con 12 elecciones llevadas a cabo en lo que va del año en distintas provincias, Cambiemos acumula 11 derrotas: ayer fue el turno de San Juan, donde el gobernador Sergio Uñac logró más del 20 % de diferencia sobre la alianza gobernante, y alrededor del 55 % de los votos, y en Misiones, donde el Frente Renovador de la Concordia protagonizó la peor paliza que recibió Cambiemos hasta el momento, al superarlo por una diferencia de 70 puntos (81 a 11 %), con el agregado de que el candidato de Juntos para el Cambio era el mismísimo presidente del Pro a nivel nacional, Humberto Schiavoni.
Para el oficialismo, el único premio consuelo ayer estuvo dado en la elección legislativa de Corrientes, pero a costa de resignarse a abandonar el sello y los colores de Cambiemos, y al mismo tiempo impedir que ningún referente del gobierno nacional participara de la campaña electoral.
En tanto, Uñac transmitió su mensaje de respaldo a la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Fernández, y pidió a los distintos referentes opositores que busquen un acuerdo para sacar a Cambiemos de la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre. Y agregó: “Sería muy importante que Sergio Massa participara de esta convocatoria a la unidad. Todos le reconocemos su trayectoria, su trabajo respecto de lo institucional cuando fue intendente y también desde lo político. Cuanto más amplio sea el frente, seguro mayores ideas se podrán aportar y mejor será el proyecto”.
Por su parte, Schiavoni, luego del papelón que protagonizó en Misiones, en lugar de llamarse a silencio, salió a declarar: “Ya ha pasado en otros escenarios históricos en los que todos los gobernadores renovaron sus cargos y, cuarenta días después, un presidente de otro signo político ganó”. Aunque se abstuvo en precisar cuáles habrían sido tales escenarios históricos.
Dos derrotas previsibles en terrenos desfavorables, atribuibles a “realidades locales” y sin influencia en las elecciones presidenciales: ese fue el balance del Gobierno de Mauricio Macri sobre otro domingo electoral para el olvido, donde sólo el gobernador radical Gustavo Valdés, en Corrientes, pudo “salvar la ropa” en las elecciones legislativas.
En las próximas semanas se desarrollarán una decena de nuevas elecciones provinciales. Nada lleva a pensar que la matriz de las ya realizadas pueda alterarse significativamente. Más aún, queda el interrogante sobre cuáles serán los resultados en las otras dos provincias que hasta ahora gobierna Cambiemos: Mendoza y Jujuy. El resto ya ha sido dado por perdido por el Gobierno nacional.
El domingo 16 también se esperan victorias oficialistas en Formosa y Tierra del Fuego y un “cabeza a cabeza” entre el PJ y el socialismo en Santa Fe. El Gobierno deja abierta una ventana de optimismo en las elecciones de San Luis, donde la inédita pelea entre los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá (los dos serán candidatos) aumentó las chances del senador Claudio Poggi, hoy candidato a gobernador por Cambiemos.