Golpe mortal a las aspiraciones de Macri: el PJ cordobés le daría la espalda a Schiaretti, para apoyar a Alberto Fernández

Una situación que hasta hace unos días era impensable, empezó a cobrar fuerza en las últimas horas, y suma una nueva preocupación al Gobierno de Mauricio Macri en cuanto a sus expectativas para las elecciones de octubre: el peronismo de Córdoba podría darle la espalda a Juan Schiaretti, para apoyar a la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner. Este jugada sin lugar a dudas representaría un golpe casi mortal para las aspiraciones de Cambiemos, justamente en la provincia que en 2015 fue determinante para el triunfo del presidente.

Hace menos de un mes el gobernador cordobés se impuso cómodamente en las elecciones provinciales, se aseguró cuatro años más de gestión y recuperó la capital. Sin embargo, esos lauros empezaron a debilitarse con el correr de las semanas, cuando desde el PJ de esa provincia ya perciben más como un capricho personal antes que una estrategia política, la resistencia de Schiaretti a tender un puente con el kirchnerismo.

En otras palabras, a medida que se acercan las fechas de cierres de alianzas y candidatos, el peronismo cordobés está en un estado de asamblea permanente, y a esta altura ya no puede disimular su inquietud por el posicionamiento nacional del gobernador, lo que inevitablemente genera que aumente la presión desde abajo hacia arriba para apoyar la candidatura de Alberto Fernández.

Es que Schiaretti quedó en la mira de varios sectores del PJ cordobés, que ya empiezan a mostrar cierto fastidio por su decisión a medias de apoyar el armado de Argentina Federal, teniendo en cuenta que reiteró que trabajaría para fortalecer la tercera vía, al mismo tiempo que empujaba la salida de Roberto Lavagna y hacía un sinuoso llamado al diálogo a Daniel Scioli, que nunca se concretó. Además, con la posibilidad de que Sergio Massa termine acordando con el kirchnerismo, el peronismo federal parece destinado a la testimonialidad en las elecciones.

Por lo tanto, este panorama genera, más que preocupación, bronca en distintos referentes del peronismo cordobés, sobre todo entre los intendentes y legisladores, que comenzaron a hacer trascender que los dirigentes de base y la militancia los presionan para apoyar a la fórmula Fernández-Fernández.

Al mismo tiempo, el temor también tiene su lógica, porque ese sector no quiere volver a quedar aislado, cuando la mayoría de los gobernadores se movió hacia el kirchnerismo. “Una cosa es quedarse afuera del peronismo cuando está dividido, y otra es quedarnos afuera con el peronismo unido”, sostienen.

Esta situación puede derivar en que el propio Schiaretti (que se fue de vacaciones y recién volverá cerca de la inscripción de las alianzas) quede aislado políticamente en Córdoba, ante un crecimiento de la bronca en el peronismo cordobés donde no tiene ningún adepto la idea de quedar pegados a Macri.

Y mientras Schiaretti sigue levantando la bandera de la resistencia, casi en soledad, dentro del cristinismo duro y del PJ Nacional no pierden las esperanzas. Todo lo contrario, la apuesta K es que –si finalmente no hay entendimiento a nivel de las cúpulas- las bases y la militancia del peronismo cordobés terminará inclinándose por la lista de los Fernández.

“El problema de la unidad de todo el peronismo está arriba y no abajo”, aseguran cerca del ex jefe de Gabinete, por lo que no dudan que las presiones de las bases, de alguna u otra manera, se harán sentir.

En definitiva, son cada vez más los que preferirían que el PJ Córdoba termine inclinando la balanza hacia el sector de Alberto Fernández. Muchos tienen la lectura de que mantener un espacio que impulsará un candidato nacional con poca expectativa electoral, como puede ser el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, es favorecer al macrismo, y alimentar así una postulación casi testimonial en el juego de la polaridad planteada.