Mientras los grandes medios demuestran ser muy obvios, y se dedican a disparar contra Sergio Massa, a quien le auguran el peor de los destinos a partir del mismo momento en que confirmó su incorporación al Frente de Todos como candidato a diputado nacional, la pregunta que circula con fuerza (y con algo de morbo) por estas horas es en qué momento aparecerán juntos el tigrense con Cristina Kirchner, teniendo en cuenta el pasado de enfrentamiento entre ambos.
Pero sin lugar a dudas, es la gestión de Mauricio Macri la que termina logrando acercamientos impensables hasta no hace mucho tiempo atrás.
De todas maneras, Massa ya venía desde hace tiempo tejiendo trabajosamente este acuerdo que se terminó de cerrar días atrás, a través de un pacto motorizado por Máximo Kirchner, con la asistencia de Eduardo “Wado” De Pedro, y que en definitiva permitió el acrcamiento con Alberto Fernández y CFK.
Es más, se supo que el primer lugar en la lista de diputados nacionales que ocupará el tigrense, en realidad ya había sido reservado para su otrora aliado, Felipe Solá, quien cedió sin protestar y se mantiene en el círculo íntimo del precandidato presidencial.
Massa le atribuye a su ex jefe de campaña la posibilidad de saltar la grieta y lo ve como un posible presidente “con personalidad” y no como un “delegado”. En otras palabras, es un claro y contundente mensaje para la tropa propia que renegaba del kirchnerismo y del poder de la ex presidenta sobre todos ellos.
Y a pesar de no haber trascendido, mantuvo un contacto con Cristina antes de tomar la decisión final. Después, ella compartió con un “me gustó mucho este video” el spot que Massa difundió el fin de semana cuando todavía quería mostrarse como presidenciable: tenía una duda pero especialmente quería preparar el terreno para presentar su decisión.
Jorge Asís confirmó recientemente que, en efecto, Massa se reunió con la expresidenta: “Es mentira que no se hayan juntado. Tuvo una reunión de cinco horas con ella. Se reunió, se entendió y creo que el acuerdo que hizo Massa, tomando en cuenta las probabilidades políticas que él tenía, estuvo bien”, destacó el escritor y analista político.
Mientras tanto, el cargo de presidente de la Cámara de Diputados si el Frente de Todos triunfa en octubre, está asegurado. Máximo Kirchner ya le dijo que está dispuesto a ir tercero en la lista de diputados por la provincia de Buenos Aires para dejarle el primer lugar a él. Es que Alberto Fernández no quería que su nombre se diluyera en unas PASO. Lo quiere en las tres posibles elecciones (en caso de que haya ballotage), y sobre todo el objetivo es que el apellido Massa esté en la boleta en el territorio bonaerense que es donde más cosecha votos, y puede empujar un triunfo contra María Eugenia Vidal.
El hecho es que la esperada foto entre Cristina y Massa tendrá que esperar unos días: será después del cierre de listas del próximo sábado, cuando se formalice aquel borrador convertido en acuerdo de coalición: Alberto Fernández-Cristina Fernández en la boleta del Frente de Todos como fórmula presidencial; Axel Kicillof-Verónica Magario como fórmula para la gobernación y el apellido Massa en el primer lugar de la lista de diputados nacionales.
Se descuenta que ese hecho ocurrirá la próxima semana, en el marco de la campaña ya formal que se lanza este fin de semana, según marca la ley electoral.