“Tranquilos, el presidente gana en primera vuelta”, dijo un Nicolás Dujovne frente a los inversores de Wall Street. La bravuconada, muy al estilo del presidente Macri, cayo muy mal. Nadie sonrió, más bien hubo caras serias. Los inversores manejan las mismas encuestas del gobierno y hoy saben que se pierden las elecciones en las PASO por más de 6 u 8 puntos y lo peor, por diez puntos la provincia de Buenos Aires.
En el equipo de la gobernadora María Eugenia Vidal están muy molestos. “Este pelotudo de Dujovne va a Manhattan y no solo dice que ganamos en primera vuelta, sino que va hacer una reforma previsional y laboral”, dice un integrante del equipo político de la gobernadora y agrega: “Lo único que falta que terminemos de perder el voto de los abuelos”.
En Wall Street, más allá de Dujovne, quieren que gane el presidente. Saben que la negociación de la reestructuración del pago al FMI se deberá hacer si o si y es mejor negociar con Macri que con Alberto Fernández. Eso lo percibieron en la reunión que tuvieron ayer con el candidato del Frente de Todos. “Tenemos que crecer para poder pagar la deuda y con este programa que ustedes apoyan -el de Macri- el país no tiene salida”. Luego recordó que la Argentina recibió 39.000 millones del FMI y en ese mismo lapso salieron 30.000 millones por salidas de inversiones especulativas extranjeras.
Volviendo a la provincia de Buenos Aires, ya explicamos en este portal que la gobernadora y su equipo están alterados, asustados de perder las elecciones en octubre. Hoy las encuestas oficiales dicen que la fórmula de Alberto F. y Cristina Kirchner le ganan por 10 puntos a la de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. De allí la preocupación de Vidal que necesita un corte de 10 puntos para ganar, algo que nunca sucedió en la historia electoral bonaerense. El máximo se dio en el año 2015 con el 6%, tomando en cuenta la brutal campaña de desprestigio que recibió Aníbal Fernández al ser denunciado como narcotraficante y asesino. Hoy ya no esta la “esperanza” del cambio por que llevan tres años y medio gobernando y el candidato del Frente de Todos es Axel Kicillof, quien no tiene una sola denuncia de corrupción, luego de haber pasado 4 años por el ministerio de Economía.
El problema de la gobernadora y de Macri es simple: creció la pobreza, hay más desocupación, los ingresos no alcanzan, cierran las Pymes, son un desastre los hospitales, las escuelas y la inseguridad, ni hablemos de los aumentos brutales de luz, gas y transporte y con alimentos por las nubes. El rechazo al macrismo es muy fuerte en el conurbano bonaerense y, más allá de la protección mediática a la gobernadora, hoy la gente sabe que es la socia política de Macri.
Desde la Casa Rosada están convencidos que con un dólar estable y con una campaña del miedo contra el peronismo se puede ganar las elecciones. Desde la Gobernación no están seguros, más bien no le creen nada a Marcos Peña. “Si estaríamos tan bien no estaríamos hablando de “anular las PASO” y sacar de la cancha a José Luis Espert”, de allí que Federico Salvai trabaja con los intendentes de Cambiemos un sistema de distribución de la “boleta corta” sin Macri para recuperar votos.