De manera sorpresiva, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde renunció a su cargo, luego de ser designada hoy como nueva presidente del Banco Central Europeo (BCE), a partir del 1 de noviembre, tras una cumbre de líderes europeos reunidos en Bruselas. La dimisión, según lo informó ella misma, es “temporal”.
“He decidido renunciar temporalmente al FMI”, escribió Lagarde en su cuenta de Twitter. Desde hace tiempo se sabe que tenía aspiraciones para ocupar ese cargo, tanto en el bloque europeo como en Francia, pero hasta ahora se mantenía con su puesto en el organismo de crédito.
Lagarde se convirtió un el último año en una figura relevante para la economía y la política argentina, a raíz del crédito que el gobierno de Mauricio Macri acordó por cerca de 57.000 millones de dólares.
Allá por septiembre de 2018, el presidente llegó al extremo de decir: “Debo confesar que con Christine (Lagarde) hemos empezado una gran relación, que espero que funcione muy bien y que termine con toda la Argentina enamorada de Christine”.
La economista francesa tomó en sus propias manos la negociación con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con quien intercambió llamados y reuniones hasta sellar el préstamo. Ese acuerdo incluyó lineamientos en la política económica que se tradujeron en brutales ajustes, y que el organismo vuelva a revisar las cuentas públicas, algo que no hacía desde que el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda que tenía el país.
De hecho, la renuncia se concreta en momentos en que días atrás una misión del FMI estuvo en la Argentina monitoreando el presente económico. En abril pasado se concretó la tercera revisión por la que se aprobó un desembolso de 10.800 millones de dólares. Ahora se espera uno nuevo de 5.400 millones de los menos de 20.000 millones que quedan dentro del préstamos stand by.
“No es algo que nos preocupa”, afirmaron esta tarde en el Ministerio de Hacienda ante la pregunta sobre si la salida de la francesa generará cambios en la relación con el FMI.
“Es claro que la relación personal puede ayudar en ciertos temas, pero el trabajo es fundamentalmente técnico. Hay una gran relación con Lagarde y con David Lipton (número dos del FMI), pero acá tenemos muy buena relación con buena parte del sector político de todos los países del G-20”, dijeron cerca del ministro Dujovne, al describir los vínculos.
“La gestión de Lagarde fue buena”, calificaron en Hacienda, y señalaron que aún no tienen el nombre del posible reemplazante, aunque auguraron que será europeo, manteniendo la tradición existente en las cúpulas del FMI y del Banco Mundial (BM).