Un frío polar corre por la espalda de Vidal por temor a perder la reelección

Por Alfredo Silletta. Un frío polar recorre la espalda de la gobernadora María Eugenia Vidal y su equipo político ante el temor cierto de “perder la reelección” e irse a su casa. Hoy saben que pierden con la fórmula de Axel Kicillof y Verónica Magario por más de 8 puntos y esperan reducirlo antes de las PASO, de allí que se concentrarán en el Gran Buenos Aires, especialmente en la primera sección electoral para intentar empatar y así reducir la diferencia.

El presidente, una vez más la deja solo a Vidal, pensando en su reelección decidió cerrar su campaña en Córdoba el próximo 7 de agosto, provincia donde Cambiemos saco 71% de los votos en el balotaje pero que hoy esta muy lejos de ese resultado.

El equipo político de Vidal reconoce que si las elecciones fueran un mano a mano con el Frente de Todos, la gobernadora está empatada y ganaría las elecciones pero que al ir la boleta completa con Mauricio Macri la tira para atrás. “Estamos mal en la tercera sección electoral, con posibilidades de perder Quilmes y San Vicente, bien en el interior y la primera sección es una incógnita pero si empatamos es un golazo”, dicen en el bunker de Juntos para el Cambio.

Las encuestas que maneja el peronismo en la tercera sección electoral le da una ventaja superior a los 20 puntos. Municipios como La Matanza, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Florencio Varela, Avellaneda y Ensenada. En Quilmes está parejo pero Mayra Mendoza puede destronar a Martiniano Molina que hizo una muy mala gestión y en Lanús estará muy peleada pero Grindetti puede volver a ganar.

La madre de todas las batallas se dará en la primera sección electoral como contó en exclusiva hace unos días Info135. Aquí Vidal aspira a mantener un empate técnico pero será difícil ya que el peronismo mejoró en estos cuatro años y paralelamente se suman los votos del Frente Renovador que conduce Tigre y San Fernando y obtuvo buenos resultados en los demás distritos. Hoy el peronismo ronda los 30 puntos en San Isidro y Vicente Lopez y, más allá que se pierde, es una mejora sustancial para el Frente de Todos. No hay que descartar que se recupere Tres de Febrero, Pilar, San Miguel, Morón y General Rodríguez, con lo cual sería un golpe mortal para el oficialismo.

Vidal sabe que a diferencia de la elección de hace cuatro años la gestión es mala en salud, educación y seguridad más el desastre económico del gobierno nacional que llevó al cierre de fábricas, comercios, tarifas y transporte por las nubes y alimentos carísimos.

“Tenemos para mostrar remodelación de guardias en los hospitales, rutas, agua y cloacas” dice Alex Campbell, quien encabeza la lista de diputados provinciales y la apuesta de Vidal para que presida la Cámara de Diputados si ganan las elecciones. A ese discurso hay que sumarle el blindaje mediático del 90 por ciento de los medios periodísticos, donde nadie le repregunta a la gobernadora.

Mientras tanto, tanto Axel como Alberto Fernández recorrerán el interior bonaerense, que en otras elecciones había sido abandonado. Aquí fue importante la estrategia de Francisco “Paco” Durañona que insistió fuertemente en tener propuestas propias para el interior.  Tanto Bahía Blanca, La Plata y Mar del Plata serán territorios muy disputados con visitas seguidas de los candidatos de ambas fuerzas. En Mar del Plata, donde el oficialismo va dividido al dejar fuera al intendente Carlos Arroyo, la candidata Fernanda Raverta tiene posibilidades serías de ganar la ciudad, muy golpeada con el desempleo.

En la intimidad, desde el equipo político de la gobernadora reconocen que “ellos crecieron”, que “Axel es un buen candidato” pero confían que a último momento la gente “cortará la boleta” y votará a Mariu. No lo dicen pero su esperanza es que haya un corte superior al 8 por ciento, algo muy difícil ya que en el 2015, se llegó a 6,5% cuando el candidato era Aníbal Fernández y lo habían denunciado como jefe del narcotráfico.