Obras, transparencia, mano dura y eso sí, nada de economía: esos son los pilares sobre los que se basan los mensajes que unos 300 mil voluntarios, en todo el país, transmiten a los vecinos para relatar los supuestos avances logrados por el gobierno de Mauricio Macri, en la desesperada búsqueda por lograr su reelección, y que incluye una literal invasión hasta en los grupos de WhatsApp.
“Los defensores del cambio”, como se los llama en la Casa Rosada, son los encargados de irradiar el mensaje que apunta sobre todo a detectar “indecisos”, como así también “armar una red de personas” e intervenir en “los grupos”, por lo que decidieron poner el pie en el acelerador, ante la proximidad de las PASO.
En otras palabras, y de manera obsesiva, desde los despachos oficiales, más específicamente desde la Jefatura de Gabinete a cargo de Marcos Peña, el macrismo apela a tener una presencia constante en los WhatsApp, sobre todo en los grupos más populares, como los de “padres y madres del colegio”.
Mientras tanto, los voluntarios reciben permanentemente videos, stickers, imágenes, audios y textos con los temas de interés del barrio de cada uno, para compartir con todos sus contactos. A quienes los reenvían se los instruyó para que sumen a diez convencidos y diez indecisos, con el fin de sumar.
Pero el desafío más grande es, sobre todo en el conurbano bonaerense, teniendo en cuenta que ahí la adhesión al presidente es muy baja, aunque lo que más preocupa es la imagen negativa, que se estacionó hace varios meses arriba del 60 %.
“Estamos acá para defender el cambio que pidió la gente. Y lo defendemos convocando a todos los argentinos que quieren cambiar de una vez y por todas este país, porque este cambio nació en la cabeza y en el corazón de los argentinos”, describen cerca de Peña.
Justamente, a través de Whatsapp ‘Juntos por el Cambio’ busca hacer la diferencia, con una campaña destinada a 64 segmentos (desde Fuerzas Armadas, pasando por Jubilados o “el campo”).
Macri envía entre 15 y 30 chats por día para que se viralicen en forma horizontal. Sin embargo, en el oficialismo le llaman a esto la “campaña anárquica”, porque no hay manera de ordenar y controlar los mensajes una vez lanzados. A diferencia de las redes sociales, en Whatsapp no pueden medir los resultados en forma acabada (a diferencia de en las redes sociales, donde hay herramientas de medición). La apuesta no es el envío de mensajes masivos, sino que el mensaje de campaña llegue de una forma “no invasiva”.