Los “genios” del equipo político de la gobernadora María Eugenia Vidal creyeron que, para recuperar votos en las elección de octubre frente a Axel Kicillof, debía bajarse de la comodidad del helicóptero y subirse a la moderna Toyota SW4 para tomar contacto con la gente, como lo hizo Axel Kicillof con su viejo Clío durante los últimos tres años.
Creyeron que el bajarse del helicóptero o hacer un timbro orquestado eran las nuevas técnicas de marketing, pero la realidad es la única verdad, como decía el general Perón y se chocaron con la dura realidad de los bonaerenses.
En el día de ayer, la gobernadora fue a la localidad de San Fernando a visitar la Escuela Técnica Nº2 de San Fernando para conocer un nuevo taller dónde los niños pueden aprender sobre náutica. Acompañada por Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales y hombre de la ciudad, planificaron caminar por el centro y terminar en la popular pizzería Pompeii, un clásico de San Fernando, a sólo una cuadra del edificio municipal, donde “los vecinos le pedirían autógrafos y fotos”.
Mientras iban a la pizzería escribió pidió que subieran un tuit: “Estamos terminando el astillero de la Escuela Técnica N°2 de San Fernando. En este nuevo taller, los chicos van a poder aprender sobre náutica con las mejores herramientas. Una actividad muy importante para la ciudad porque no sólo es parte de su identidad, sino que significa nuevas oportunidades de empleo en el presente y el futuro”.
Ya antes de entrar a la pizzería, un grupo de docentes le recordaron lo mal que están las escuelas. El concejal Ignacio Semenzato les gritó “un poco de respeto” hacia la mandataria, mientras ingresaban al local. Allí la gobernadora creyó que todo pasaba, pero los vecinos se empezaron amontonar en la puerta con el grito “que se vaya, que se vaya”. Lejos del protocolo y de los timbreos armados, la gobernadora percibió el enojo de la gente por los años de gestión, ya no sólo contra Macri sino también contra ella.
La trataron de “caradura”, “cínica” y le reclamaron “salarios dignos” y “comedores dignos”. Le recordaron la muerte de los docentes Sandra y Rubén por una explosión en la escuela 49 de Moreno y de haber sacado las lanchas para que los niños del Delta fueran a la escuela. Ademas de otros insultos a su persona que no vamos a reproducir.
La gobernadora, después de 4 años de viajar en helicóptero comprobó que la realidad de los bonaerenses no esa en un set de televisión, sino en su gente. Percibió la bronca con su gestión, con escuelas y hospitales abandonados, cierre de fabricas, con tarifas dolarizadas por las nubes, salarios a la baja, transporte publico carísimo y alimentos que ya nadie puede comprar.
La gobernadora y su equipo político viven su hora más difícil. Saben que el candidato del Frente de Todos puede aumentar la diferencia. La soledad del destierro del poder les hiela la espada. La opción de bajar del helicóptero, de caminar la calle parece que no dio resultado.
Por ahora, Vidal tiene una sola certeza, la cual habló con sus hijos: sé mudará a la Capital Federal, quizás a Puerto Madero.
2 Comentarios
Heidi…la nueva politica..la arrastra votos…cuantas cosas decian..un inutil mas..sin pena ni gloria..despertaron bonaerenses…muy bien.
Es una Leona, caradura, endeudó a los bonaerense , lleva en la sangre el saqueo su madre mesa dinerista estafadora