Por Alfredo Silletta. Durante meses y meses, los medios hegemónicos intentaron que los bonaerenses “creyeran” que Axel Kicillof era un marxista que imponía la ex presidenta Cristina Kirchner a los bonaerenses. Más allá de los medios, la gobernadora María Eugenia Vidal, como lo contó muchas veces Info135, llamaba a los intendentes del Gran Buenos Aires para “convencerlos” que corten boleta y que la voten a ella.
Ni Vidal ni los medios hegemónicos comprendieron el fenómeno del ex ministro de Economía. Kicillof durante varios años y en forma intensa el año pasado recorrió cada pueblo del interior con su viejo Clío. Contra el marketing millonario de Vidal, el candidato del Frente de Todos volvió a la vieja forma de hacer política en un mano a mano con la gente. Hace unos meses, desde este portal, contábamos algunos ejemplos de por qué no había que subestimar a Kicillof. “Lo de Axel fue un fenómeno pocas veces vistas en el interior bonaerense -narró un dirigente del peronismo- y dio como ejemplo que llegó a Tres Lomas donde viven unas 7.000 personas y sin ninguna movilización de aparato (solo lo anunció por las redes) había 800 personas en el club esperándolo para hablar”.
Desde este portal, relatamos una y otra vez, que los intendentes habían decidido que el candidato era Axel luego que en todas las encuestas superaba ampliamente a los jefes comunales que aspiraban a ese cargo: Martín Insaurralde, Gustavo Menéndez, Fernando Espinoza y Paco Durañora.
En el día de ayer, Horacio Verbitsky, reveló los detalles de la decisión de Axel, candidato del Frente de Todos. En un reportaje con Perfil, contó que horas antes de definir la candidatura, Martín Insaurralde se reunió con Cristina y Alberto y propuso que “el candidato a gobernador sea Kicillof”.
Verbitsky además desmitificó que Axel sea el candidato de La Cámpora. “Decían que si Cristina sería candidata a presidente, ni Axel Kicillof ni Máximo podrían ser candidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires… Aquello del gobierno de que si gana Axel, gobierna La Cámpora es una soberana tontería. La Cámpora no quería que Axel fuera candidato en la provincia de Buenos Aires, fue él quien decidió hacerlo. La Cámpora quería que Axel fuera candidato en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”
El problema de Vidal, es que se creyó que montada en un helicóptero, con timbreos truchos y organizados por su equipo político, con fotos armadas saludando a la nada misma, alcanzaba para ganar las elecciones. La gobernadora creyó que era “una genio de la política”, creyó las tonterías de Luis Majul, Alfredo Leuco y Pablo Sirven (“Señora María Eugenia, toc toc, soy la Historia, necesito que sea presidenta”) pero todo eran boberas.
En las PASO, millones de bonaerenses afirmaron que estaban hartos de pagar tarifas dolarizadas, de quedarse sin trabajo, con un transporte carísimo, sin salud ni educación pública y comprando cada vez menos alimentos. Una vez más, el subsuelo de la Patria salió a la superficie y marco el camino de los sueños colectivos de una patria más justa, libre y soberana.