En el marco de la 12° edición de la Feria del libro, ante una multitud de vecinos que se acercaron para escucharlo, Alejandro Dolina realizó la grabación de su programa de radio “La venganza será terrible” desde el auditorio Federico Russo.
Con la presencia de la intendenta Verónica Magario, acompañada por el diputado nacional Fernando Espinoza y la secretaria de Cultura Silvia Francese; el célebre escritor, músico y conductor, realizó su histórico programa de radio “La venganza será terrible”, que se emite por la am 750. Es la tercera vez que se presenta
Como es habitual, Dolina llevó adelante su programa con la mezcla de momentos humorísticos, de improvisación, relatos históricos, mensajes de los oyentes y la interpretación de canciones en vivo; esta vez acompañado por Patricio Barton, Gillespi y el Trío Sin Nombre.
Durante dos horas y ante un auditorio desbordante de “radioescuchas”, el popular “Negro Dolina”, reflexionó fiel a su estilo, sobre temáticas diversas con el perspicaz humor que lo caracteriza, mezclando anécdotas – contó una sobre el poeta francés Honoré de Balzac – y hasta cantó la payada “Alberto y Cristina” que fue ovacionada por todo el auditorio.
Al finalizar, la intendenta municipal Verónica Magario agradeció la presencia de Alejandro Dolina en la Feria del Libro y expresó “que esto empezó como el sueño de Fernando (Espinoza) de que no tuviéramos que cruzar la Gral. Paz para acceder a una feria. Y así tener nuestra propia Feria del Libro – la primera en la provincia de Buenos Aires, y estamos orgullosos de haberla podido sostener estos años”.
“Nos dieron dos hermosas horas donde renace la cultura, la música y renace la posibilidad de sonreír y de volver a tener una esperanza como nos lo merecemos todos los argentinos”, afirmó Magario.
El diputado nacional y candidato a intendente, Fernando Espinoza felicitó a Dolina y su equipo: “Hoy este grande nos deja una enseñanza: el sol de Alberto, la estrella de Cristina” en alusión a la payada que recitó el periodista durante el programa radial.
Al finalizar la grabación en el Auditorio, Dolina permaneció con su característica amabilidad, firmando libros, haciendo “selfies” y atendiendo al numeroso público que lo rodeó para expresarle su admiración.