El presidente Mauricio Macri llegó hoy a Olavarría, en el marco de las marchas del #SíSePuede. Y en esa ciudad golpeada por el cierre de Loma Negra, que ocurrió hace tres días, tuvo la mala idea de apelar a una frase común pero desafortunada en este contexto: se jactó de ser el presidente que más veces estuvo en “la capital del cemento”.
“Están acá en la capital del cemento, es la quinta vez como presidente que los visito, nunca antes estuvo tanto un presidente en Olavarría”, comenzó su discurso y siguió: “Acá veo el corazón de la Argentina, veo la fuerza y el poder de este país”. Luego en tono jocoso, gritó: “¡Quiero decirles que el gato aguanta!”, lo que generó una rápida respuesta del público presente en el paseo Jesús Mendia que entonó: “El gato no se va, el gato no se va”.
Macri no dijo ni mu sobre el cierre de la planta de Loma Negra, la más antigua del país, que funcionaba en Sierras Bayas desde 1919 y cerró hace tres días. Habló, en cambio, de que “ya escuchó el mensaje” de las urnas y de lo que cambiará si es reelecto. Reiteró la idea de que “este último tiempo ha sido muy duro, especialmente desde abril del año pasado”. Y dijo que el peso de todo este proceso “en estos últimos meses ha caído sobre ustedes, la clase media”.
Sin embargo, señaló que “ya empezamos a poner foco en el alivio, todo el esfuerzo que hicieron no fue en vano porque estamos parados sobre bases más solidas que nos van a permitir crecer”. Y prometió: “Lo que viene es crecimiento, generación de empleo, mejora del salario, es trabajo, que es lo que todos queremos para salir adelante”.
Del acto también participó la gobernadora María Eugenia Vidal, el intendente local, Ezequiel Galli; la vicepresidenta Gabriela Michetti, y los principales candidatos a legisladores en el territorio bonaerense, como Cristian Ritondo y María Luján Rey, entre otras autoridades y dirigentes partidarios.