Dos días después de haber comparado la economía K con una mujer que abusa de la tarjeta de crédito de su marido, Mauricio Macri volvió hoy a lanzar otra nefasta frase, en la que no sólo culpa nuevamente a los argentinos por los padecimientos generados por la constante suba de precios, sino que esta vez fue un paso más allá, y los calificó “como un alcohólico recurrente con la inflación”.
Según el Indec, la inflación de septiembre fue del 5,9 %, y tuvo como principal consecuencia la fuerte devaluación producida tras la derrota de Juntos por el Cambio en las PASO.
De acuerdo al organismo oficial, el Índice de precios al consumidor (IPC) mostró una suba de precios acumulada entre enero y septiembre que se ubicó en el 37,7 %, mientras que en los últimos doce meses registra un alza del 53,5 %.
En declaraciones a una FM de Resistencia, Chaco, en la previa de la marcha del “Sí, se puede”, el presidente, Macri prometió, pesar de estas cifras tan elevadas, que la inflación “bajará junto a la pobreza”, y reiteró que las bases de sus primeros años de gobierno “servirán para el ordenamiento económico del país”.
El jefe de Estado aseguró, además, que “la pobreza sigue siendo” como lo fue en su primer mandato su “objetivo” en caso de lograr su reelección, tras explicar que esa problemática en nuestro país es “estructural”.
Por otra parte, Macri también se mostró contrario a dolarizar la economía, una propuesta que resurgió después de la fuerte corrida cambiaria tras las PASO del 11 de agosto: “No podemos resignarnos a no tener nuestra moneda”, dijo. “Eso nos generaría muchas rigideces y la incapacidad de tener una política económica sana”, agregó. “A la luz de todo lo que nos pasó, entiendo que algunos piensen que (la dolarización) es una alternativa, pero hemos sido como un alcohólico recurrente con la inflación”, lamentó Macri.